«El Corresponsal Indie»
Sigur Rós – Valtari- 2012

GRUPO: Sigur Rós
TÍTULO DEL ÁLBUM: Valtari
AÑO: 2012

Madrid sin ti, no es tan Madrid

He pasado gran parte de la Semana Santa en Madrid, los gerifaltes han abandonado el barco a la deriva y he tenido que quedarme a mantener el rumbo.

De esta forma, he podido saber cómo es Madrid sin madrileños.

Quizás aún más que en agosto, en Semana Santa, Madrid se vacía de propios y se llena de extraños; gentes que acuden a la llamada de la tierra de la libertad con la cara iluminada por ver este prodigio de la historia y de la política que es nuestra ciudad. Esa ciudad donde coges el coche y en el momento que estás saliendo, tu plaza es inmediatamente ocupada por la terraza de un bar; esa ciudad donde, a no ser que seas Julio Iglesias, nunca te encuentras con tus ex; esa ciudad donde los alcorques son utilizados como vertederos improvisados; esa ciudad donde los dueños de los perros sufren de Alzheimer cada vez que sacan a sus mascotas a pasear y olvidan recoger sus cacas; esa ciudad en definitiva, de la que tanto presumimos los madrileños, pero a la vez abandonamos a la que tenemos la mínima oportunidad.

Madrid sin madrileños es un parque temático, sobran atracciones, pero falta un poco de verdad. Ves a los turistas ensimismados admirando el Banco de España donde creen que se desarrolla la última temporada de la Casa de Papel, pero no hay nadie que les diga que esa temporada la grabaron en Nuevos Ministerios. Los ves coger el Metro y esa actitud alegre y hasta simpática de los viajeros ocasionales no cuadra con el mutismo de los viajeros habituales, porque solamente los madrileños sabemos coger bien el Metro.

A veces se nos ha acusado de ser un producto un tanto artificial, como de aluvión. No hay madrileños de tercera generación, no tenéis verdaderas tradiciones, habéis ido imitando cosas, pero no tenéis nada propio. Todo falso menos alguna cosa, que decía Mariano Rajoy.

Hace pocos meses estuve en el País Vasco, Euskalherría para los amigos, la región que presume de mayor número de tradiciones propias. En ese viaje, rascando un poco la superficie descubrí que algunas de sus tradiciones son aún más recientes que las de Madrid.

Empezaré hablando de la casa tradicional, el caserío, su aparición es reciente, concretamente con la aprobación de la ley del divorcio en 1981. ¿Qué relación puede tener la ley del divorcio con los caseríos? Muy sencillo, igual que en Madrid una vez que te divorciabas pasabas a no volver a encontrarte con tu ex, en el País Vasco, como es muy difícil emparejarse, te obligaban a seguir viviendo con él. Tu ex o tú mismo podías crear una nueva familia y los ex de las nuevas parejas debían convivir también; todo este fregado de ex obligados a convivir hacía necesario un espacio más amplio y terreno abierto para que los críos jugaran, de ahí nace el caserío.

Si lo comparamos con la vivienda tradicional madrileña que es el piso de 60-70 metros cuadrados, éste es más antiguo, ya a principios del siglo XX era la forma más habitual de construcción en Madrid y más aún a partir de la década de los 50.

Algunos de los deportes vascos, como, por ejemplo, la aizkolaritza, es coetánea de la creación del caserío. Mucha gente necesitaba liberar tensiones acumuladas por una convivencia no deseada y una buena forma era partir troncos, otros corrían con sacos encima, otros levantaban piedras, otros se hacían ciclistas para salir huyendo. Cuenta la leyenda que Iñaki Perurena convivía con su propia familia y las de tres de sus ex y que el padre de Indurain había sido un Don Juan en su juventud, el caserío donde vivían era como un cuartel de la cantidad de gente que vivía allí y el joven Miguel para no perder su alegría contagiosa cogía la bicicleta por la mañana y no volvía hasta la puesta de sol.

El deporte madrileño por antonomasia, hablar de fútbol, fue inventado a principios del siglo XX en un café de Madrid, los inventores del fútbol, los ingleses, simplemente jugaban al fútbol, no se les había ocurrido que puedes ocupar mucho más tiempo hablando de un partido que jugándolo. La emigración de madrileños a Buenos Aires después de la Guerra Civil creó otra nueva actividad, filosofar de fútbol, que elevó a otro nivel la típica discusión de bar.

Como homenaje a la tierra de los libres y patria de los madrileños, voy a hablaros del grupo más libre que he conocido nunca, tanto que muchas de sus canciones las cantan en un idioma inventado y otras en islandés, que por su difusión y dificultad es lo más cerca que un idioma real va a estar nunca de un idioma inventado.

El grupo es Sigur Rós y es una de las bandas más marcianas que se pueden escuchar. Mi disco favorito suyo es Valtari. Lo utilicé durante años como banda sonora de mis viajes con niños, tenía la extraña capacidad de hacer dormir a los míos, era como extracto de amapola sin efectos secundarios. Hace años hicieron una gira por Islandia de 24 horas, iban tocando de pueblo en pueblo, la gente se acercaba a verlos tocar armados con sus sillas. El vídeo no solo muestra la música de Sigur Rós, sino que la conjuga con los paisajes islandeses, lo que crea una sensación maravillosa de belleza e irrealidad.

Aprovecho el título de mi entrada para pedir de rodillitas a Niña Polaca que nos concedan una entrevista, somos fans.