“Casetes bajabragas”
Los Flechazos – En el club – 1989
GRUPO: Los Flechazos
TÍTULO DEL ÁLBUM: En el club
AÑO: 1989
Soy muy romántico, aunque el título de esta crónica pueda hacer parecer lo contrario. Lo que pasa es que también he nacido en una época en la que, delante de los amigos, había que demostrar cierta fortaleza mal entendida.
Trataré de explicarme. Desde que tengo uso de razón he sido muy enamoradizo. Recuerdo las chicas que me gustaron desde “párvulos” a esta mañana que me he enamorado de la camarera que me ha servido un café. Mi cabeza siempre tiene que tener una chica jugueteando con mis neuronas, haciéndome proyectar hipotéticos encuentros, conversaciones y demás acercamientos. Sí, soy un yonki del amor y por eso, a lo largo de mi vida, he padecido sentimientos que me han hecho expresarme de muy diferentes maneras.
Una de ellas, eran las cintas, los casetes; románticos en mi fuero interno, bajabragas de cara a mis amigos masculinos-. Era conocer a una chica y me iba alcorteinglés a comprar una Basf o una TDK de 60 minutos, para dejando volar mi imaginación, creatividad y sentimientos para seleccionar y ordenar una veintena de canciones que gustaran a la mujer, en esos momentos, de mis desvelos, que la hicieran pensar en mí hasta conseguir que una vez escuchada la cinta, cuando de nuevo oyera esas canciones, las identificara conmigo.
Las cintas, las casetes bajabragas, lo sé, me han brindado no pocos triunfos. Además de pintar un buen boceto de pop español, incluía canciones con mensajes personalizados… o no tanto.
O no tanto, porque una canción que no fallaba era el Me siento mejor del primer álbum de Los Secretos. Un tema que le dice a una chica lo que quiera oír y, ¡a fe mía!, ellas oían lo que querían oír. Otro, era el Nada más de Mamá, sin duda, una de las grandes canciones del pop español.También solía caer Número uno, de Tequila, alguna de Los Pistones, de Nacha pop, por supuesto, Esta noche o Demasiados escalones, de los cero, La Granja, Loquillo, Rebeldes y un largo etcétera.
Otra de las bandas que no fallaban en mis “cintas con mensajes elaboradas para epatar”, eran Los Flechazos. Desde su primer trabajo, Viviendo en la era pop, los leoneses, comandados por Alejandro Díez Garín -después Cooper-, sus temas disfrutaban de un lugar de honor en mis compilaciones.
Del vinilo que hoy hablamos, En el club, La chica de Mel (versionada con acierto en directo por Airbag) solía entrar en mi pleno al veinte. Per no solo. A la historia del pintor, muchas veces se sumaba- No voy a cambiar, Cuando el dolor se va, Quiero regresar o Basta ya. En el disco, publicado en 1989, hay donde elegir. El trabajo de Los Flechazos se escucha con deleite de principio a fin. Sus aires mod -que nunca abandonó Alejandro- se ven reforzados con una potente sección de viento. La producción, de Kike Cardíaco, refleja muy bien el espíritu de la banda. Banda, que sin haber sido nunca de la primera fila de la época, ha quedado para los amantes de la música como una referencia musical de aquellos años. Los temas son atemporales y no es que hayan envejecido bien, es que no han envejecido.
Las cintas, tengo que decirlo, me funcionaron. A veces, las acompañaba de una “guía de la oyente” en la que pincelaba más mensajes o mensajes aclaratorios para la que la recibía. Y sí, sé que a pesar del tiempo pasado, más de una las guarda en esa cajita de lo que pudo haber sido y no fue. Y, es más, estas elaboraciones hizo que algún colega, por mi dedicación y esmero, me bautizara como el “alfarero del amor”
Creo que estoy en disposición de asegurar que mi vida no habría sido ni sería lo que es, sin esa música que me permitió entrar en la vida de tantas chicas. Por ende, sus vidas también se vieron, en mayor o menor medida, marcadas por la música que a mí me marcó.
¿Tantas chicas?
Te recomiendo que te hagas mirar esas fantasías.
A ver si voy a tener que tirar de agendilla…