«El Corresponsal Espectador Anónimo»
Crónica del concierto de José Ignacio Lapido – Sala Chango – 19/05/2023

GRUPO: José Ignacio Lapido
UBICACIÓN: Sala Chango
FECHA: 19 de mayo de 2023

PALABRAS MAYORES…

“No digas que no te avisé”. Esto no es una crónica al uso, está más cerca de ser un panegírico. Me cuesta desligarme de la profunda admiración que profeso por este artista.

“Lo creas o no”, siendo las 21:03 horas, con puntualidad exquisita, el escenario comenzó a poblarse con los componentes de la extraordinaria banda que acompaña a Lapido desde hace ya varios trienios (como a él le gusta decir): Popi González a la batería, Víctor Sánchez a la guitarra, Jacinto -091- Ríos al bajo, y el genial Raúl Bernal a los teclados. Enseguida compareció entre vítores Eljefedetoesto, abandonando “El ángulo muerto” que voluntariamente gusta habitar (para cabreo de quienes le seguimos con devoción mariana).

“Arrasando”. A lo largo de casi dos horas y media, se dice pronto, con apenas un par de pausas, Lapido y compañía regalaron al personal concurrente nada menos que veinticinco temas, pertenecientes a la totalidad de su discografía en solitario. [Como ya he escrito alguna vez, los repertorios de 091 y de José Ignacio Lapido en directo son compartimentos estancos, aun siendo él mismo el autor en ambos casos. Tiene gracia que ayer dijera que llevaba cinco años sin venir a Madrid, cuando el pasado octubre estuvo en la capital ejecutando un brutal concierto de 091 en la sala La Paqui/But].

“A Primera Sangre”. Como la excusa de esta gira es la presentación del estupendo álbum recientemente publicado, nada menos que nueve de los once temas que lo componen sonaron anoche en vivo; los dieciséis restantes que componían el setlist, ya he dicho que pertenecen al resto de sus trabajos, y es de agradecer que de una gira a otra, estos vayan variando; lo bueno, que desempolva temas que en directo han tenido menos recorrido; lo malo, que se deja en el cajón algunas joyas; pero a menos que estuviera cuatro horas tocando, es inevitable para quien ostenta uno de los mejores repertorios de rock en español.

“Lo que llega y se nos va”. En mi modesta opinión, y en lo que se refiere a esta actuación en concreto, la banda tuvo más brillo cuando Lapido se colgó del hombro la Gibson acústica para acometer los medios tiempos (que también suele bordar). Mención especial merece la versión piano-voz de “En la escalera de incendios”, previa al cierre de la noche con una anfetamínica “La antesala del dolor”, tema que, sin duda alguna, debería saberse cualquier aficionado al pop-rock en castellano.

“Creo que me he perdido algo”. Terminaré con la parte menos positiva; no sé de quien fue la idea de que las guitarras, especialmente la Gibson SG de Lapido, debían sonar a volumen brutal, propiciando que el bajo de Jacinto Ríos se escuchara con dificultad, y que la extraordinaria labor de Raúl Bernal a los teclados quedara eclipsada en demasiados pasajes; sobre todo en los temas más rockeros, dejando una extraña sensación de sonido saturado. Por otro lado, sabemos que Lapido nunca ganaría un concurso de cantantes (ni puñetera falta que le hace), pero me temo que anoche su voz no estaba en su mejor momento.

No obstante, “Cuando el ángel decida volver”, ya sea en solitario o en compañía del resto de “agentes” del 091, aquí estaremos preparados los de siempre para rendir tributo y pleitesía al auténtico puto amo en la sombra del tortuoso y “moribundo” rock patrio.

P.D.: “De espaldas a la realidad”. No consigo explícame como en una Comunidad uniprovincial con más de seis millones de seres humanos censados, apenas seiscientos o setecientos considerasen oportuno gastarse menos de 25 euros en asistir a un concierto de más de dos horas a cargo del (posiblemente) mejor autor español vivo de rock&roll.