«Músculo sonoro»
Crónica del concierto de Shinova – Auditorio de Elche – 20/07/2025
GRUPO: Shinova
UBICACIÓN: La Rotonda del Parque Municipal de Elche
FECHA: 20 de julio de 2025
«Músculo sonoro»
Elche, 20 de julio de 2025. No es un día cualquiera por aquí. Y es que no todos los días una ciudad puede presumir de ser escenario de un concierto de Shinova, y mucho menos en un rincón tan especial como La Rotonda del Parque Municipal. Rodeado de palmeras (su Palmeral fue reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO), el auditorio se llenó hasta la bandera. Unas 2000 personas asistimos dispuestas a dejarnos llevar por la energía de una banda que te abraza con su música.
Puntuales, a las 21:3,2 aparecieron sobre el escenario. La noche arrancó con fuerza, sin necesidad de tanteos ni precalentamientos. Lo primero que sonó fue “Lobos”, y a partir de ahí fue un disparo tras otro de temazos, cada canción fue una declaración de intenciones, una muestra más del músculo sonoro y emocional que maneja Shinova.
Tras cinco canciones, con el público entregado, Gabriel de la Rosa, uno de los mejores frontman del indie patrio, saludó cariñoso a los asistentes. Hizo mención al sorprendente respeto que se respiraba esa noche. Un silencio atento, cómplice a las palabras del líder. Pocas veces se da ese equilibrio entre banda y público. Pero anoche ocurrió. Y cuando eso pasa, la música no suena: sucede.
Gabriel Shinova, además de excelente vocalista, es un verdadero atleta escénico. No paró de moverse, de lanzarse, de cruzar el escenario con la energía de quien canta como si fuera la última vez. Cada zancada, cada salto, cada giro, era pura entrega. Como si llevara en las suelas la urgencia de vivir cada nota a fondo.
La banda, por su parte, sonó compacta, solvente y afilada, como esos grupos que ya han recorrido muchas noches, muchos escenarios, y aun así tocan como si fueran debutantes enamorados del directo.
Y claro, cuando llegaron los bises, todo se volvió aún más mágico.
“La sonrisa intacta” nos dejó flotando.
“Te debo una canción” nos remató.
Shinova vino a Elche, se dejó el alma y se llevó la nuestra. Y nosotros, por supuesto, les debemos una canción. O dos. O todas.