«Sin Noticias del Indie: Eurocopa en Berlín»
Queen – We Are The Champions – 1977
TÍTULO DEL ÁLBUM: Queen
GRUPO: We Are The Champions
AÑO: 1977
La llamada
Madrid, oficinas centrales de VinylRoute, 14 de julio de 2024. 09:00 horas.
El gerifalte del batín de seda entra en mi despacho. Su tono es solemne, lo cual en él es siempre una señal de catástrofe, enfermedad o fiesta. “Nos han invitado a la final de la Eurocopa en Berlín”, dice. Automáticamente pienso en Santillana, Juanito, Butragueño y el balón naranja de invierno.
“¿Quién nos invita?”, pregunto, tratando de sonar casual mientras me atraganto con una tostada.
“José Luis Llorente. Y, atención, viene mi ídolo del balompié de todos los tiempos, Fernando Morientes. Pillo mi camiseta vintage de la selección y nos vamos cagando leches”.
“Llamo al Corresponsal Indie, éste sabe alemán y de fútbol un huevo”, tras varias llamadas no conseguimos dar con él.
El viaje
Aeropuerto Adolfo Suárez, 14 de julio de 2024. 11:00 horas.
En el aeropuerto, José Luis Llorente y Fernando nos esperan. Mientras saludo a José Luis Llorente, el del batín de seda abraza a Morientes más tiempo de lo que aconseja la educación mientras le besa en la frente y ambas mejillas. Fernando sonríe con nerviosismo y gestiona el momento incómodo con deportividad.
Volvemos a marcar el número del Indie, sigue sin dar señales de vida.
Nada más subir al avión pedimos una ronda de tercios de Mahou y unas gambas de aperitivo. La azafata nos invita a sentarnos y ponernos el cinturón con gesto duro. Nos dice que luego pasarán una bandeja de caramelos.
Estamos tan emocionados con el viaje que ni siquiera notamos que los demás pasajeros nos miran raro cuando empezamos a gritar “gooool de Señor” a pleno pulmón mientras chocamos las palmas de nuestras manos sin parar.
Morientes y Llorente dicen sentirse indispuestos y se encierran todo el vuelo en dos cuartos de baño. Solo regresan a sus asientos cuando avisan de un aterrizaje inminente.
Ya en Alemania
Berlín, 14 de julio de 2024. 14:30 horas.
Nuestros acompañantes nos ponen en un taxi y fingen haber olvidado algo en el restaurante. “Adelantaros, nos vemos en el estadio”, nos dice Llorente.
Tengo claro que el numerito que ha montado el del batín de seda no les va a permitir una digestión tranquila. Nos han llevado a comer Bratwurst, Bockwurst y Regensburger a un lugar mítico y no han gestionado bien nuestra insistencia en que nos trajeran la carta de adultos porque no veníamos acompañados de niños que comieran las salchichas.
Volvemos a intentarlo con el Indie. Tras varios tonos de llamada, con la sintonía de la ‘Gallina turuleca’ de fondo, sigue saltando su buzón.
Llegada al estadio
Berlín, 14 de julio de 2024. 18:00 horas.
Llegamos al Estadio Olímpico de Berlín. Nos recibe un hombre con un traje tan impecable que parece recién planchado en la luna. “Pasen, por favor”, nos dice en su idioma. Seguimos al hombre, maravillados por el tamaño del estadio y por la cantidad de gente que parece saber lo que está haciendo. Nada que ver con la organización de los eventos de VinylRoute.
El palco
Berlín, 14 de julio de 2024. 19:00 horas.
Dos azafatas rubias de caderas anchas y pechos desmesurados nos sonríen y ofrecen caviar y champagne. Mi acompañante hace gala de su sutileza y pregunta: “¿No tendrán unas cañas y unas patatas bravas?”. La respuesta es una sonrisa gélida y otra copa de champagne. Nos miramos, subimos los hombros y aceptamos la bebida sofisticada que empezamos a consumir como si fuera agua.
El partido
Berlín, 14 de julio de 2024. 21:00 horas.
Suenan los himnos. El del batín de seda se cuadra al escuchar los acordes del himno nacional mientras unas lágrimas de emoción comienzan a humedecer sus ojos. Al terminar, grita un seco “¡Viva España!” que es contestado por Florentino Pérez, John Bon Jovi y David Beckham que están cerca de nosotros.
El partido empieza y nos damos cuenta de un pequeño problema: no conocemos a muchos de los jugadores. “¿Quién es ese chico con el número 10?”, pregunto. “No sé, pero su peinado me recuerda al de Julio Salinas en sus mejores tiempos”. Nos limitamos a animar cada vez que el balón se mueve, esperando que eso nos haga pasar desapercibidos. El Indie nos hubiera venido de cine.
Volvemos a encontrarnos con Llorente y Morientes que nos miran con una mezcla de compasión, miedo y diversión. A nuestro alrededor, los otros invitados del palco parecen enfrascados en discusiones tácticas complejas. Nosotros seguimos celebrando cada jugada mientras nos siguen ofreciendo copas de champagne.
El descanso
Berlín, 14 de julio de 2024. 21:45 horas.
Durante el descanso, decido ir al baño. Me pierdo. Termino en lo que parece ser una sala de reuniones, donde un grupo de hombres con poca ropa y aspecto serio discuten algo en inglés. Trato de salir discretamente, pero al abrir la puerta, tropiezo con una montaña de camisetas y caigo de bruces. Los hombres dejan de hablar y me miran como si fuera un alienígena. Me levanto, me giro y les digo: “ yes, we can” mientras salgo por la puerta. Al otro lado se escuchan chillidos y golpes de objetos.
Vuelvo al palco y me encuentro a mi amigo intentando convencer a cuatro azafatas de que es Paul Gascoigne. Ha dejado las copas y lleva una botella de champagne en cada mano.
La victoria
Berlín, 14 de julio de 2024. 23:30 horas.
¡España gana la Eurocopa! El estadio explota en gritos y nosotros, contagiados por la emoción, empezamos a cantar “We Are the Champions” a todo pulmón. Fernando Morientes nos invita a bajar al campo. Seguimos a los jugadores, saltando a caballito sobre ellos y celebrando.
Nos unimos al manteo de Luis de Fuente, abrazamos a todos los jugadores españoles y consolamos a los ingleses con unos educados ¡Tomaaaaa!. Comenzamos a repartir camisetas de VinylRoute a todos los jugadores que se las ponen con simpatía.
Epílogo
Madrid, 15 de julio de 2024. 11:00 horas.
Regresamos a casa con una resaca monumental y cinco estudiantes de Erasmus que no conocemos. Mientras intentamos hacer memoria, disfrutamos de ver en todos los diarios digitales las fotos de los jugadores celebrando el triunfo con las camisetas negras de VinylRoute. Nos despedimos de José Luis y Fernando, agradeciéndoles la invitación y prometiendo no mencionar nunca más nuestras proezas futbolísticas. Espero que no lean esta crónica y que el Indie nos llame para poner una excusa aceptable.