«El Corresponsal Espectador Anónimo»
Crónica del concierto de Dani Martín – Movistar Arena – 19/12/2025
BANDA: Dani Martín
UBICACIÓN: Movistar Arena
FECHA: 19 de diciembre de 2025

POWER POP EN FAMILIA
Cuando os llegue este artículo, ya se habrán celebrado todos los conciertos (programados hace más de un año) de la “residencia” de Dani Martín en el rebautizado Palacio de los Deportes; quien más quien menos, estará la cabo de la calle de lo acontecido, aun así, paso a contaros mi experiencia como espectador en el penúltimo de la serie.
A pesar del sold out, no me costó mucho conseguir entradas (a través de la web de unos grandes almacenes) apenas un mes antes del evento en cuestión; supongo que habrá sido por el reciente aumento de aforo del recinto. He de decir que nunca seguí la carrera de Dani Martín con especial interés (cuando El Canto del Loco irrumpió en la escena musical a mí me pilló en otros menesteres) pero, en los últimos años, me he ido acercando a su repertorio, más que nada, por la gran aceptación que sigue teniendo entre la audiencia más joven, incluidas mis descendientes. En efecto, sus canciones (como las de Leiva, y, afortunadamente, cada vez más artistas) me sirven de puente para conectar musicalmente con la siguiente generación (gracias a Dios, el reguetón tiende a diluir su presencia en mi vida).
He ido redescubriendo temas (obviamente, me sonaban muchos de ellos) que, al escucharlos con más atención, ha conllevado que mi aprecio por este “eterno malote” aumente considerablemente. Su devoción por Green Day (musical y estéticamente) y similares, palpable en buena parte de su obra, me despierta simpatía (por no hablar de otras “devociones” comunes); además, la (lógica) evolución en sus textos, pasando del más puro nervio juvenil a una consciente y asumida madurez, me parece encomiable.
Volviendo al evento en cuestión, puntualmente a la hora anunciada se apagaron las luces del recinto; por los altavoces comenzaron a sonar los primeros acordes de “Si te vas…” de Extremoduro, obligado homenaje a Robe Iniesta, coreado por buena parte del público (recientemente, hemos sabido que el extremeño, por lo visto, tenía unos 45 millones de incondicionales fans en España). Sin más dilación (S.E.U.O. de Jorge Ilegal no hubo noticias) en el escenario compareció la estupenda banda que acompaña a Dani Martín, a la vez que tras ellos se descolgaban del techo unas gigantescas Converse, y el primer himno de la noche, “Zapatillas”, comenzó a ejecutarse a toda mecha con un sonido espectacular, mientras el héroe de la velada se plantaba en mitad del escenario subido a un monitor con los brazos extendidos, pura actitud de rockstar, como debe ser. Para el segundo himno, “Volverá”, tal y como ha sucedido en otros de los conciertos de esta serie, la estrella invitada fue el pequeño Oli Gutiérrez a la guitarra (desde aquí envío un fuerte abrazo a Rulo, María y a toda su familia, a quienes la vida ha apuñalado donde más duele). La tralla seguía sin parar; las guitarras de Roberto Lavella y Paco Salazar echaban chispas, mientras el reguero de hits de la época ECDL se sucedía sin pausa. Ni que decir tiene que los asistentes, entre los que había un inusual número de familias (incluida la mía), cantamos y bailamos como si fuese “El último día de nuestras vidas”. Por supuesto, tampoco faltaron sus hits en solitario (¿acaso este chico tiene algún tema que no arrase en los medios?), lo que sirvió para pausar un poco el ritmo, incluyendo un quinteto de cuerda para arropar “Qué bonita la vida”. Poco duró el “receso”, pues enseguida volvió la caña con los temas de su último álbum, para mi gusto, de lo mejor que ha compuesto el madrileño.
Para sorpresa de los asistentes, hacia el final del show, los miembros de seguridad abrieron un pasillo entre el público en mitad de la pista, donde aparecieron los guitarristas y el propio Dani para acometer un par de versiones acústicas, “Peter Pan” incluida, con el consiguiente delirio de sus fans (casualmente, el corte nos colocó en primera línea, para regocijo de mis acompañantes).
Vuelta al escenario, pequeño (quizá no tan pequeño) speech autobiográfico y motivador incluido, y cierre tal como empezó, a toda pastilla, tras dos horas prácticamente ininterrumpidas de power pop de calidad. Para que no quedasen dudas de que el show se daba por concluido, su último tema publicado, “Veinticinco”, sonaba por megafonía mientras los músicos saludaban y se despedían, aunque el público seguía cantando a pleno pulmón, como si lo de finiquitar la velada no fuera con ellos.
En definitiva, un gran concierto, ideal para arrancar la Navidad con la energía a tope. Ya le tenía respeto y simpatía (los colchoneros somos muy “gremiales”) pero, después de lo vivido, confieso que me he hecho fan…por otros 25 p*t*s años.
P.D.: Tras un año intensito de aniversarios, celebraciones, etc… a nivel musical, aprovecho para desearos que paséis una bonita y entrañable Navidad a todos y todas los que seguís Vinylroute, y, especialmente, a quienes tenéis a bien perder unos minutos leyendo mis crónicas.
Besos y abrazos, y que siga la fiesta en 2026; nos vemos en los conciertos …
Luis Guilló
Corresponsal Espectador Anónimo… más de cuatro décadas viendo, escuchando y sobre todo, disfrutando de la música.

Feliz Navidad, Espectador Anónimo.