«El Corresponsal ido»
Pablo Perea – Talón de Aquiles – 2018

GRUPO: Pablo Perea
TÍTULO DEL ÁLBUM: Talón de Aquiles
AÑO: 2018

Los “Capos” de VinylRoute, me han pedido que recomiende un disco en su página, y yo que soy bien mandado voy a proceder a ello. Voy a recomendar un disco que es del año 2018, y que es de un tal Pablo Perea. El disco se llama “Talón de Aquiles”. Muchos aquí no saben quien es Pablo Perea y alguna o alguno, creerá que era el imbécil que siempre andaba en gayumbos por la casa, intentando tirarse a su hermana en “Los Serrano”. Pues no es ese, y para conocer a este artistazo, tendremos que entrar en antecedentes.

A mediados de los 90, el Pop-Rock español vivía la que para mi gusto fue, su edad de oro. En esa época, el “Acid House” y el “bacalao”, estaban presentes y amenazaban sin complejos con destruir nuestra música, pero por suerte, aún se producía a grupos con composiciones honestas, con sabor a garaje, cartón y vinilo, y también a OBK. Lo malo, es que eran tantos y tan buenos, que algunos tenían que conformarse con un injusto segundo plano. La Trampa, a pesar de varios singles número uno en los 40, era de los del segundo plano. El grupo en sus inicios tenía tres componentes, pero el que destacaba y llevaba el peso real en la formación, era su vocalista, Pablo Perea. Hicieron una versión del “Missing You” de John Waite, llamada “Te echo de Menos” y, sin quitarle mérito al bueno de Waite, Perea, vocalmente, se lo come. Y digo sin quitarle mérito porque para mí, Pablo Perea, es el mejor vocalista de Pop Rock que ha dado este país. Y no, no es un familiar mío. Tampoco es familiar del vocalista de “La Guardia”, ni de el de “La Frontera”, ni tampoco de Carlos Goñi de “Revólver”. Pero ellos ya lo han dicho cuando han tenido oportunidad de coincidir en un escenario con él. Solo tenéis que poner Pablo Perea en YouTube, y cuando le escuchéis en directo, muchos de vosotros estaréis de acuerdo conmigo, otros no tendréis ni puta idea. Podría hablar largo y tendido de varios discos de La Trampa. Yo los descubrí a mediados de los 90, y ahora es cuando todo se pone en blanco y negro. Trabajaba por entonces en un bar de los bajos de Moncloa. Cuando cerrábamos, yo y otro camarero, bajábamos a un pub en los bajos de Galaxia. Algo me dice que muchos lo conoceréis. El “Gres”. Me consta que el incombustible Andrés, casi 30 años después, sigue detrás de esa barra donde algún chupito de más, me bebí con el gran Quique San Francisco. Aunque todo hay que decirlo, siempre he tenido la sensación de que cuando le saludaba, no sabía ni quién coño era yo. Descansa en paz, pero no te pagaste una ronda, tío. Volviendo al incombustible Andrés, cuando entrabamos al bar, él siempre hacía tres cosas: Nos saludaba con una ligera mueca que significaba algo así como ”Ya están aquí estos golfos”, nos ponía un ron y un whisky con coca cola en vaso de tubo y, se iba hacia el tocadiscos. Primero ponía ”Una noche sin ti” de Burning y luego dos temas seguidos del disco “La Calle de Los Sueños Rotos” de “La Trampa”. Los ponía seguidos porque es que iban seguidos. “Tentación” y, “El Culpable fui Yo”. Los parroquianos nos miraban un poquito mal y era entendible. Habíamos empezado bien con Burning y ahora les tocábamos las pelotas con dos baladitas a las tres de la mañana de un sábado ¡Pero qué dos baladitas! Cierto es, que podía haber elegido los dos primeros temas del disco  “La calle de los sueños rotos” que daba título al disco, o “Saltar sin Red”. Temas sin duda más rockeros y más acordes al momento. Pero a mí me daba igual. Y también me daba igual si el tema de La Trampa era una balada, un medio tiempo o algo más rockero, porque lo que destacaba por encima de todo, era esa voz tan llena de matices, ese vibrato a la altura de tan pocos.

Ya entrados en el siglo XXI, cuando Operación Triunfo consiguió lo que no consiguieron ni el “Acid House” ni el “Bacalao” en los 90, es decir, cargarse el Pop-Rock en español, menos a OBK, volví a saber de “La Trampa” o más bien de Pablo Perea.  Tocaba en una sala pequeña, sentado en una silla, en un pequeño escenario con una guitarra eléctrica apoyada sobre sus muslos. Otro guitarrista se sentaba en paralelo a él. Antaño, le había escuchado en varios conciertos, pero nunca tan intimista, nunca tan desnudo. Y aun sabiendo que era un concierto “Low Cost”, tenía claro que no me iba a defraudar. Los clásicos de la Trampa sonaban uno tras otro a dos guitarras, y efectivamente, no me defraudó. Lo que no me esperaba aquella noche, era que me sorprendiera. Cogió el micrófono y presentó una versión. Iba a cantar un tema de David Summers que en su día cantó Luz Casal. “Te dejé marchar”. Sí, es de David Summers, se reafirmó Pablo, cuando alguien desde el público le preguntó, al creer que había escuchado mal. Así de intimista era el concierto. El del público se quedó con la misma cara de extrañeza que se le quedaba a Quique San Francisco cuando me sentaba a su lado y pedía tres chupitos. Pero a mí no me sorprendió que el tema fuera de Summers, eso ya lo sabía. Lo que realmente me sorprendió fue su interpretación. Al igual que dije con el bueno de Waite, Luz Casal, es Luz Casal, igual que Carlos Segarra es Carlos Segarra y Goñi es Goñi, y ni por asomo, mi intención es quitarles su merecido mérito, pero, aunque sea políticamente incorrecto decirlo, y me puedan llover hostias por todos lados, el nivel vocal e interpretativo de Pablo Perea, está por encima de éstos, y de muchos otros que creo, han tenido mucha más suerte que él en el mundo de la música.

El disco que recomiendo, “Talón de Aquiles”, es un discazo con temas muy bien producidos y, que os recordaran en muchos casos a los temas que escuchábamos en esos gloriosos 90. En el disco hay un par de destacables colaboraciones. La de Rozalén en la canción “Tanto”, y la de Carlos Goñi en “La Luna Se Esconce”. Pero para mí, el mejor tema, no solo del disco, si no de la extensa discografía de Perea, ya sea en solitario o con la trampa, es sin duda, “Si te He Dado la Vida”.

Besos y abrazos.

Luís Sánchez