“Una fan enganchada”
Varios – Honky Tonk Bar En Vivo – 1992
GRUPO: Varios
TÍTULO DEL ÁLBUM: Honky Tonk Bar En Vivo
AÑO: 1992
Hoy toca un homenaje a las salas de música en directo que nos han hecho disfrutar y conocer gente maravillosa todos estos años. Han vivido momentos difíciles, haciendo malabarismo para sobrellevar la que está cayendo, pero son imprescindibles para todos.
En Madrid, cualquier día era bueno (lo sigue siendo) para acercarse al Honky Tonk, escuchar buena música, tontear con alguna (o sea todas) y saludar a los amiguetes que rondaban por allí. Músicos y artistas sobrevolaban el local de la calle Covarrubias dándole color y empaque a uno de los lugares más míticos de la capital con sus actuaciones en directo. Hemos visto por allí, entre otros muchos, a Santi Santos (Los Limones) con su buen rollo de siempre, a Enrique Urquijo con su sonrisa y paciencia con los que escriben, o a Ramón Arroyo subiendo al escenario como espontaneo porque faltaba un guitarrista en la actuación de la noche.
Siendo clientes habituales y conocidos, para bien y para mal, no lo dudé un segundo. Era la primera cita con ella y había que lucirse. Pasé por la puerta de regreso a casa y vi el cartel anunciando el concierto, los astros se alineaban, Enrique Urquijo tocaba con Los Problemas aquella noche. Llegué a casa y la llamé para proponerle mi plan que me anunciaba como hombre de mundo. Picoteo previo al concierto, un par de cervezas y concierto de Enrique en el Honky, qué podía salir mal.
A las ocho de la tarde esperaba impacientemente en la puerta del Metro de Alonso Martínez. En los quince minutos de espera me fumé medio paquete de tabaco, me comí tres uñas de las manos y dos de los pies y tuve que hacer pis entre los coches dos veces. La vi subiendo las escaleras del andén y adopté una de mis ridículas posturas seductoras mientras la saludaba con la mano en la distancia. Cuando llegó a mi altura, comprobé que no se trataba de ella (los nervios te nublan) y quise derretirme de la vergüenza cuando me espetó con una sonrisa: “Llevas la bragueta bajada”.
Minutos después por fin llegó ella y me dio los dos besos de rigor que consiguieron recomponerme en parte. Tras unas cervezas acompañadas de bravas, nos encaminamos al Honky. Una vez dentro, bajamos las escaleras que daban acceso a la zona del concierto y nos acercamos a la barra a pedir dos cervezas. La camarera me dio el buenas noches y me hizo un guiño cómplice que interpreté como ‘no voy a contar a esta chica lo plasta que te pusiste conmigo hace dos semanas cuando viniste con tu amiguete’. Agradecí su indulto silencioso y nos dirigimos cerca del escenario.
Subieron los músicos al escenario y comenzó el espectáculo. Fue una pasada, lancé piropos a Begoña, que me sonreía entre el rubor y el hastío, y disfruté con la voz de Enrique que te calaba hasta los huesos con cada uno de los temas. Mi acompañante estaba en éxtasis, muy mal tenía que darse la noche. Terminó el concierto y cuando “el genio” pasó a nuestro lado le saludé y sin más rodeos le dije: “aquí te traigo a una nueva fan que se ha enganchado con el No me imagino”. Él, con una sonrisa burlona, me contestó: “Encantando. No te preocupes, conozco buenas clínicas de desintoxicación donde pueden ayudarte”. Genio y figura, humor brillante a lo Enrique Urquijo.
La anécdota es verídica y la conservo en mi memoria con mucho cariño. Quizá por eso no deja de joderme mucho cada vez que se habla de él como un ser atormentado y oscuro. No es mi experiencia, lo siento, y el que esté libre de fantasmas que tire la primera piedra.
Espero que disfrutéis la versión de la ranchera ‘Probablemente ya’ que se marcó en este disco “Honky Tonk Bar En Vivo” del año 1992.
Vaya manera de aplacar los nervios jajajaja. Este cronista es un genio cuando pretende ligar. De Enrique decir que como el mismo decía en una de sus canciones «como puede explicar que se vuelve vulgar al bajarse de cada escenario». Yo no le conocí, pero alguien muy cercano a mí sí. Y él es el que me ha dicho que era tal cual. La ranchera genial con esa voz, para mí , tan súper especial. Gracias cronista.
Enrique Urquijo…una voz tan profunda como los sentimientos en los que te sumerge
Cronista buen plan le organizaste a tu cita.
Ya te digo que a mí también me hubiera convencido el plan, y si encima me presentas a Enrique, creo que hubiera sido a la par que fan de Enrique, fan tuya. Vive Dios!!!
En fin… no me paso a mi, pero podría haberme pasado, o no, no sé.
Viva el Honky Tonk!!!
Enrique fue y será eternamente un genio que transpiraba emociones, sentimientos y perdones en sus canciones, yo tuve la suerte de conocerle en distancia cortas era tímido, pero con un gran sentido del humor que cuando lo sacaba a pasear siempre lo acompañaba de una sonrisa tan especial como el.