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«El corresponsal Indie»
The Chemical Brothers – Dig your own hole – 1997

GRUPO: The Chemical Brothers
TÍTULO DEL ÁLBUM: Dig your own hole
AÑO: 1997

Mi primer trabajo, Chispas.

Bueno, no es mi primer trabajo, pero sí es el primero desde el de redactor de esquelas (https://vinylroute.com/2021/05/17/pixies/) en que puedo dar rienda suelta a mi creatividad.

Me despierto mucho antes de que suene el despertador, estoy como un niño cuando le llevan al zoo (no a quedarse allí interno, sino de visita). Disfruto de la ducha cantando a grito pelado la del centro de gravedad permanente. Permanezco más de media hora mirando en el armario algo que refleje mi personalidad pero que a la vez cuadre con el ambiente de efervescencia cultural y disrupción tecnológica de la empresa. Elijo el traje de mi boda, que me abrocha con dificultad, combinado con una camiseta con el rostro de Fofito y unas deportivas. Creo que doy una imagen seria, moderna y a la vez original. Mi mujer no me deja salir de casa vestido de esta manera, cambio el traje por unos vaqueros y una sudadera negra con capucha y una calavera estampada en la espalda que le quito a mi hijo. Parezco un criminal atrapado en su infancia.

Desayuno a toda velocidad, me preparo la merienda para media mañana, busco desesperado copos de avena, quinoa o chía, no los encuentro, se me hace tarde. Abro la mochila de mi hija y cojo su bocadillo de mortadela. No voy a llegar a tiempo.

Salgo corriendo hacia el metro, a los dos minutos paro porque los pulmones me queman, mi reloj dice que mi ritmo cardiaco es de 175 y se pone de color rojo. Me fumo un cigarro para despejar las vías respiratorias. Veo un patinete eléctrico tirado en medio de la acera y decido que ese va a ser mi medio de transporte. Me pongo los cascos, busco en mi móvil “Dig your own hole” de los Chemical Brothers, le doy buen volumen y mientras arranca “Block Rockin’ Beats”, me monto, le pongo a todo lo que da y voy esquivando como puedo a peatones que se empeñan en no dejarme llegar a mi destino. Tengo que empujar a varias ancianas a la calzada porque no entienden que tengo prioridad. Cerca de Ventas un agente de movilidad parece no entenderlo tampoco y comienza a perseguirme en su scooter, los Chemical ya van por “It Doesn’t Matter”. Le doy esquinazo entrando con el patinete en el Corte Inglés de Goya, sustraigo una gorra roja para tapar mis facciones y al rato vuelvo a salir con el patinete mientras suena la alarma antiincendios que previamente he activado, está terminando “Don’t Stop the Rock”. Me siento como Jason Bourne antes de que se echara novia y se pusiera tierno. Tenía que haber cogido una pistola de la sección de caza.

Finalmente llego al edificio de VinylRoute. Faltan cinco minutos para la hora. Subo las escaleras haciendo trial con el patinete y entro derrapando en la recepción. Me he equivocado de planta, casi mueren de un infarto los pacientes de un cirujano maxilofacial. Salgo de la consulta, dejo tirado el patinete y subo los escalones de tres en tres, al sexto escalón me tengo que parar de nuevo asfixiado y fumarme un cigarro.

Por fin llego, nadie me presta atención, están mirados concentrados los televisores que llenan las paredes. En el programa de Ana Rosa están entrevistando al alcalde de Madrid, la Policía Municipal ha activado una operación de caza al hombre. Un supuesto terrorista ha entrado en el Corte Inglés de Goya creando el caos, se sospecha que es miembro de un peligroso movimiento antiglobalista y puede ser hasta de Podemos, dice el alcalde. Encima de su traje lleva un chaleco antibalas que le llega por las rodillas y un casco de acero. Ha tomado el mando de la operación porque tenía un hueco entre sus muchas funciones. Salen imágenes tomadas de las cámaras de seguridad, puedo verme en todas las pantallas. Afortunadamente no se me ve la cara, ya que llevo la gorra, pero se distingue perfectamente la calavera de la sudadera y parece que he cogido unos kilos después de Navidades.

Entro en pánico, veo la puerta abierta del despacho de Bruno, está vacío; me deslizo dentro rápidamente, me quito la sudadera, la camiseta de Fofito y dejo la gorra en el cajón del escritorio de madera de caoba. Medio desnudo me escabullo hacia el estudio de grabación; de mi entrevista recordaba haber visto una caja con camisetas de VinylRoute, con los nervios cojo una de la talla S, parezco una salchicha king size. Encuentro un batín para cubrirme un poco.

El grupo de asalto de los agentes de movilidad, armados hasta los dientes, irrumpe en la oficina comandado por el alcalde. La operación de asalto se ve ralentizada porque el alcalde es simpatiquísimo y se para a hacerse selfies con todo el que se lo pide.

Hay testigos de que el sospechoso ha entrado en la oficina. Una vez termina la ronda de selfies, nos ponen en fila y registran la oficina, encuentran la sudadera, la camiseta de Fofito y la gorra en el despacho de Bruno. Preguntan que de quién es el despacho, alguien dice que es de Bruno, preguntan que dónde está, nadie lo sabe. Le escribo un whatsapp pidiéndole que desaparezca una temporada hasta que todo se calme, en ese momento se abre la puerta de un baño y sale Bruno, le suena mi mensaje, mueve su mano para sacar el móvil del bolsillo interior de su chaqueta y atónito ve como los agentes de movilidad descargan sus blocs de multas sobre él. Muere en el acto, nos hacemos una foto de grupo con el alcalde rodeando el cadáver. Justo en ese momento termina “The Private Psychedelic Reel” y el disco.

Me quito los auriculares porque empieza mi primera reunión de redacción, nadie parece especialmente afectado. Entran los gerifaltes, saludan y el del batín de seda pregunta: ¿Alguno de vosotros sería capaz de decirme cuántos granos de arena hay en una playa? Todos se miran sorprendidos, nadie sabe que decir. Levanto tímidamente la manita, pregunto: ¿Puedo elegir la playa que quiera para el cálculo?

Sí, me dice.

Estuve en una playa de guijarros en Alicante, en esa no había arena, digo.

Indie, eres el nuevo Director Creativo de VinylRoute sustituyendo al fallecido Bruno. Esperamos de ti lo máximo. Pon a esta gente a hacernos ricos, me dice el gerifalte que no viste de seda.

Mi mañana ha sido más intensa que una noche de los años noventa en el Bali Hai y todo a ritmo de los Chemical.

3 thoughts on “«El corresponsal Indie»
The Chemical Brothers – Dig your own hole – 1997

  1. Jajajaja Jajajaja. Es que eres único, me parto contigo. Se que me repito un montón, pero es que me alegras el día o la noche , como es hoy el caso. Cuanto me alegro de tu ascenso. Espero que ahora tengamos aún más crónicas tuyas, Director Creativo.

  2. Ole por ese ascenso, te lo mereces Indie.
    Vive Dios que después de ese estrés que has sufrido para llegar a tu hora, al final ha tenido su recompensa.
    Lo próximo es el batín de seda.
    Menos mal que The chemical brothers te ha echado una mano en tu empeño puntualista. No hay nada como hacerte fuerte con música que te ponga las pilas.
    Indie me desmelene con tu crónica!!!

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