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«El Corresponsal Indie»
Red Hot Chili Peppers – Blood Sugar Sex Magik – 1991

GRUPO: Red Hot Chili Peppers
TÍTULO DEL ÁLBUM: Blood Sugar Sex Magik
AÑO: 1991

Mi agüita amarilla

Último día de agosto de 1994. Plaza de Toros de Las Ventas, Madrid. Ese día los astros se confabularon para mezclar en un mismo espacio la canción de Mi agüita amarilla de Los Toreros Muertos con Red Hot Chili Peppers. Ese día no tocaban los Toreros Muertos, así que tengo que explicar qué ocurrió.

Llegamos temprano a los aledaños de la plaza. Mi compañero de aventuras musicales tiene la manía de ir a todos los conciertos pertrechado con una mochila (normalmente llena de bocadillos) y el habitual registro ralentizó nuestra entrada. Por otro lado, con los calores estivales madrileños apetecía refrescarse con un par de latas de cerveza antes de entrar al coso y a lo mejor fueron más de un par.

Algún iluminado del márquetin decidió que los alrededores de la plaza era el sitio ideal para regalar al público M&Ms (Lacasitos pijos). Los regalaban a manos llenas. Todo el mundo se pertrechó con varias bolsas que usarían de forma muy diferente a lo largo del concierto. Unos, golosos como yo, nos los comimos a puñados. Otros, más punkis, los usaron de proyectiles improvisados lanzados fundamentalmente a los teloneros. Los primeros que llegamos a ver fueron Sopa de Cabra, un grupo catalán que pagó su procedencia y cantar en catalán con una lluvia de M&Ms. Por momentos parecía Faluya, algún cachondo llegó a lanzar la bolsa entera. El pobre vocalista de Sopa de Cabra dedicó la mayor parte de su actuación a esquivar los lanzamientos, seguramente no esperaba un público tan arisco.

Los siguientes fueron Primal Scream, para los indies como yo, un grupo mítico comandado por el evanescente Bobby Gillespie. Bobby canta al límite de la caída, nunca he tenido claro si es porque se castiga en exceso o porque es su forma de manejarse en el escenario. Esta vez no fue distinto, entre su forma de actuar en el escenario, los movimientos adicionales que tenía que hacer para esquivar los chocolates y las peinetas que iba dedicando cada vez que los esquivaba con acierto; le quedó un lenguaje gestual cuando menos extraño. Incluso amagó con irse del escenario si no paraba la lluvia de objetos, que después de las primeras peinetas se recrudeció añadiendo minis de cerveza a medio beber, restos de bocadillos, etc.

Es posible que finalmente se fuera, hubo un momento en que empezamos a estar más pendientes de los personajes que se reunían a nuestro alrededor que del dudoso equilibrio del bueno de Bobby.

A nuestro alrededor se habían congregado de forma inopinada un buen puñado de famosos. Había un grupo donde destacaban Juanma Bajo Ulloa (el director de Alas de Mariposa o Airbag) y la actriz Ana Álvarez (que el año anterior había protagonizado una película dirigida por el director). Alrededor de ese grupo revoloteaba, sin conseguir que le hicieran demasiado caso, Pablo Carbonell. En esa época, seguramente, estaba pasando por un bache profesional, su carrera como cómico y músico no iba viento en popa y aún no había comenzado el programa que le devolvería a la fama, el Caiga quien Caiga. A nosotros nos dio la impresión de que estaba intentando acercarse al director para conseguir algún papel o para hablar de algún proyecto. Podría endulzarlo diciendo que estaban pendientes del concierto o que le trataron de forma displicente pero amistosa, nada de eso es verdad, no le hicieron ni puto caso y trataron de evitarle.

Estábamos en nuestro Salsa Rosa particular cuando salieron los Red Hot Chili Peppers. Cesó la lluvia de M&Ms, no sé si fue porque ya se había agotado la munición o no había huevos a lanzárselos a los cuatro tíos musculados sin camiseta, alguno con cara de loco que en ese momento componían los RHCP.

Era uno de los primeros conciertos en los que tocaba como guitarrista Dave Navarro de Jane’s Addiction, nos pareció que le faltaba rodaje, aun así, Flea al bajo y Anthony Kiedis cantando se bastaban y sobraban para hacer saltar a todo el mundo. Su último disco en aquel momento era Blood Sugar Sex Magik, álbum que cuenta con dos de sus canciones más reconocidas. La emocionante Under The Bridge que cuenta los problemas de Kiedis con sus adicciones y sirve de recuerdo para Hillel Slovak, guitarrista y miembro original de los Peppers muerto en 1988 por una sobredosis, y, la vitamínica Give it Away.

Seguramente estábamos encendidos saltando con Give it Away cuando alguien vertió un mini de cerveza encima de la cabeza de mi colega Jesús, cuando nos dimos la vuelta para buscar al culpable solo pudimos ver como Pablo Carbonell se escabullía entre el público corriendo de puntillas como en los dibujos animados.

He de reconocer que la mezcla entre Give it Away y la Agüita amarilla (en este caso antes de ser procesada) de Pablo Carbonell fue una fusión inesperada. Creo que Jesús se queda con la fusión de funk y hard rock que proponen Red Hot Chili Peppers y prefiere evitar a Pablo Carbonell.

One thought on “«El Corresponsal Indie»
Red Hot Chili Peppers – Blood Sugar Sex Magik – 1991

  1. Mala idea repartir M&Más antes del concierto.
    Lo que viene siendo muy avispados no estuvieron.
    Supongo que los que pagaron las consecuencias de estos dulces misiles, todavía lo tienen almacenado en su memoria.
    También entiendo que Jesús no ha logrado olvidar a Pablo…. No me extraña, fue un acto bastante intimo y sorprendente.
    Que si me hubiera gustado estar en el concierto de Red Hot chili Peppers? Sin ninguna duda.
    Pero en fin, ya lo disfrutaron Indie y Jesús por mi.
    Guay Indie por contármelo y sentir como si hubiera estado allí!!!!!!!

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