«El Corresponsal Indie»
The Style Council – Our Favourite Shop- 1985
GRUPO: The Style Council
TÍTULO DEL ÁLBUM: Our Favourite Shop
AÑO: 1985
Consejo de estilo
Desde mi incorporación a VinylRoute estoy luchando contra mis tendencias naturales a ponerme lo primero que saco del armario. He entrado en un mundo de máxima sofisticación y lujo e intento estar a la altura. Un viernes los gerifaltes me llaman para ir a la semana de la moda de Milán donde compartimos “first row” con referentes de estilo absolutos como Georgina o Sergio Ramos y ese mismo domingo por la mañana calmamos la resaca de Taittinger tomando un “brunch” en Nueva York, codeándonos con la mitad de las Kardashians o con Rosalía.
Este nuevo mundo me ha sorprendido por el uso indiscriminado del “brilli brillli” y el chándal, o, lo que a mí me parece un chándal, aunque su precio habla más de lana de antílope tibetano en peligro de extinción tejida por las diminutas manos de monjes budistas de talla pequeña.
Los gerifaltes están acostumbrados al oropel y lo mismo combinan sabiamente un batín de seda con unas botas de mosquetero, un conjunto que levanta la admiración de los gurús de la moda, que mezclan un traje de corte impecable de Saville Row con grandes cadenas de oro al cuello y unas deportivas con cristales de Swarovsky y luces que se encienden al andar, como cuando fueron portada en la edición serbia de Vogue.
Yo, por mucho que lo intento, no consigo atinar y eso que me fijo en los referentes. A Milán fui con unas mallas del Decathlon de color gris combinadas con mis Asics azules, un jersey de cuello redondo y una bata de ferretero azul, un look copiado a Sergio. Se creó cierta expectación a mi alrededor, dos «celebrities» mundiales se acercaron a mí y me preguntaron donde había comprado lo que llevaba, «En Bauhaus la bata y en Decathlon las mallas», respondí; se miraron y una le dijo a la otra, «¿No ves? es lo que te decía, huele a pobre». Las televisiones que retrasmitían el evento terminaron por obligarme a que me pusiera un traje de licra con marcadores reflectantes, como los que utiliza Andy Serkis para hacer de Gollum o del mono del Planeta de los Simios, simplemente me sustituyeron por una supermodelo virtual.
Después de una seria reflexión por mi parte, llego a la conclusión de que soy como el conductor kamikaze que va en dirección contraria maldiciendo a todos los que conducen hacia él, pero en esta ocasión son ellos los que no van en el sentido correcto.
Cojo la bata de ferretero y la arrojo a la chimenea mientras pongo un disco que defina lo que yo entiendo por estilo y elegancia. Elijo “Our Favourite Shop” de The Style Council. Solamente el nombre del grupo, el Consejo de estilo, da una pista de por donde va mi apuesta.
The Style Council es el grupo que creó Paul Weller junto a Mick Talbot cuando el primero terminó su aventura con The Jam. Al principio seguramente no se entendió que Paul abandonara el rock-punk de The Jam por una música más sofisticada entre el pop, el jazz y el rythm & blues. Al igual que los primeros mods de los 50 y 60, Paul y Mick se sentían muy influidos por el modern y el latin jazz, el soul y el R&B; ya en los últimos discos de The Jam ese tipo de sonidos va ganando terreno al rock, pero finalmente decide desarrollar un nuevo proyecto y dar por terminado el anterior.
Desde mi punto de vista el experimento salió redondo, The Style Council tiene un buen puñado de canciones elegantes, políticamente comprometidas y con un estilo que marcaría el camino a artistas posteriores.
En “Our Favourite Shop” podéis disfrutar de la inigualable “Shout to the Top”, de la energizante “Walls Come Tumbling Down”, de la elegancia afrancesada de “Down in the Seine”, de la irónica “Come To Milton Keynes”, de la preciosa “With Everything To Lose” o de la sofisticada “The Lodgers” en la que destaca la maravillosa voz de Dee C. Lee, que además de miembro del grupo se convirtió en mujer de Paul Weller.
Ya me diréis si la escucha del disco os obliga a aparcar el chándal, a convertir el oro en lingotes, a vestiros con traje, gabardinas y parkas y a recuperar la Vespa del desguace. De momento, el gerifalte del batín de seda se ha deshecho de él y pasea completamente desnudo por la oficina en busca de una nueva identidad.
Me encantaría veros en la oficina jajajaja. Y tu pinta no tiene precio, seguro que al final creas estilo. A pesar de todo solo por lo que me río contigo merece la pena seguir siendo tu fan.
Indie el resultado de tu outfit es único e increíble!! Creas tendencia seguro. Ya quisieran todos los mencionados en tu crónica, ese savoir faire del cronista más versátil.
Y por supuesto la escucha el disco nos obliga a aparcar esa moda chandalera con cadenas…., y ponernos preciosísimosssss
Tu foto me la guardo en favoritos!!!