«Los Caciques salvaron aquel verano del 93»
Los Caciques - Por la baranda – 1993
GRUPO: Los Caciques
TÍTULO DEL ÁLBUM: Por la baranda
AÑO: 1993
Las vacaciones de 1993 no estaban siendo como las esperaba. Dos colegas del grupo, ennoviados y el resto emocionados con unas tablas de surf que por el tamaño de las olas en lo que llevábamos de agosto bien les habrían servido para planchar. Pero les daba igual, se iban pronto a la cama para desde primera hora esperar esas olas que nunca llegaban.
Por las noches, una vueltecita por los bares de moda del puerto repletos de chicas con mini vestidos ajustados y tacones de aguja y de chicos de camisas de rayas, chinos, náuticos y gomina en cantidades industriales para domesticar ridículos rizos de nuca . Grupos de clones tomando combinados y bailando al ritmo de El tractor amarillo y la Macarena.
Yo me aburría. Me preguntaba que había hecho para merecer semejante castigo.
Cuatro días antes de que terminaran las vacaciones, se me cruzó el cable, dejé a toda la banda tirada en los bares mencionados y me dirigí a una zona del puerto en la que brillaba una luz al fondo. A medida que me acercaba, llegó a mis oídos una canción que no había escuchado nunca. El estribillo decía “y ahora ya me ves, ya me ves, llevo el ritmo con los pies. Gasto mi dinero en amor…”.
Una chica de pelo corto, camiseta ancha de rayas, vaqueros desgastados, deportivas y una birra en la mano bailaba la canción fuera del local, en el pantalán. Cuando me tuvo a tiro, me pidió un cigarrillo. Se lo di, lo prendió y con los brazos en cruz empezó a girar sobre si misma repitiendo el “ya me ves” del pegadizo estribillo.
Y la vi. Y me di cuenta de que las vacaciones cobraban sentido y emoción. Le pregunté por los autores de la canción, me sonrió y espetó: Los Caciques, lo mejor de este verano. Recuerdo que pensé que lo mejor, realmente, podía ser ella. Eché un vistazo a su tercio y entré en el pequeño bareto. Pedí dos más y le rogué que volviese a poner la canción, que acababa de llegar y quería oírla entera.
Una vez fuera, le tendí la birra y me presenté.
– Pablo
– Alba –me dijo sonriendo.
– Me voy en cuatro días –le solté sin saber por qué.
– Pues habrá que ponerse al día. Ya.
Y es lo que hicimos. Y lo que repetimos durante esos cuatro días. Bebíamos, fumábamos, hablábamos y bailábamos al compás del Ya me ves.
Los Caciques le salvaron el verano del 93. Aunque solo grabaron el lp “Por la baranda” que os traemos hoy, os aseguramos que se trata de un disco redondo, muy recomendable. La historia de la banda madrileña, como la de aquel final del verano, ha estado marcada siempre por la alta velocidad en todo lo que le acontecía.
Luis de la Guardia, que ya paseaba sus maquetas y experimentaba por varias bandas, conoce una noche de principios de los noventa a Javier Novaes en la sala Honky Tonk. Unas copas, un rato de conversación y surge la conexión. Javier decide invitar a Luis a conocer a la banda con la que ensayaba donde estaban los hermanos Díaz, Quique y Cali. Poco después, incorporan a Ángel García «Angelito» a la batería y nacen Los Caciques.
Con ganas de probarse ante el público, organizan su primer concierto a finales de 1991. Lo que sonó aquel día por los altavoces de la sala era de calidad y las propuestas comerciales llegaron en horas o días.
Todo rápido, sin pérdidas de tiempo, como aquel verano del 93 con Alba.
PD: Los que conocieran esa sala en los noventa, verán que la fotografía que ilustra la portada está tomada en la mítica sala Sirocco de Madrid, lugar de ensayo de la banda los días que no abrían al público.
Menos mal que el verano del 93, al final consiguió sorprenderte.
Muy bien por Alba, y mucho mejor por los Caciques!!!