«El Corresponsal Indie»
Tomavistas 2022. Día 2
GRUPOS: Tomavistas (Día 2)
LOCAL: Parking IFEMA
FECHA: 20 de mayo de 2022
Música en el parking.
Tal y como se ha dado el tiempo este fin de semana en Madrid, acudir a un acto al aire libre se asemejaba más a un deporte de riesgo que a una actividad lúdica como es el Festival Tomavistas. Asumí el riesgo y creo que el resultado fue claro, Riesgo 1 Indie 0. Escribo esta crónica desde una bañera llena de hielo, con humidificadores soltando vapor a mi alrededor y con gran cantidad de antihistamínicos en mi cuerpo. Todo lo accesorio a la música que podía salir mal, salió y voy a necesitar algún que otro día para recuperarme.
Todo empezó a las seis de la tarde del viernes, el cielo de Madrid no luce su azul típico sino el color grisáceo de los días de bochorno extremo, la temperatura debe rondar los 35 grados. Llego al recinto donde el Tomavistas ha decidido reinventarse, cuando estoy allí tomo conciencia de que el recinto es parte del parking de IFEMA, a los 35 grados hay que sumar los otros pocos que el asfalto va añadiendo a lo largo de la tarde. En esas dantescas circunstancias, un poco más tarde de las seis y media, salen a escena Biznaga, que hacen lo decible e indecible para sobreponerse a que el sol les apunta en toda la cara, agradecen la valentía de los que nos hemos atrevido a ir a verlos, derrochan energía en una situación en la que, a mí, estar de pie me empieza a costar hacia el final de su actuación. Tocan varias canciones de su último disco, Bremen no existe, junto con temas de discos anteriores, su punk rabioso y su energía contagian al público, a pesar de la difícil papeleta cumplen con creces.
Ya he consumido mi primera cerveza acuciado por los calores, calculo que si voy a este ritmo no llego a Suede de una pieza. Amigos y conocidos que van llegando me advierten de que si las barras funcionan tan mal como el día anterior será difícil que vuelva a tomar otra, decido asegurar e ir a repostar, parece que o la organización ha tomado buena nota de las quejas y ha mandado más personal a atender a los sedientos festivaleros o que muchos de ellos, después de la mala organización del jueves, han decidido ahorrarse el mal trago.
Dedico el concierto de Goat Girl a conversar tranquilamente con unos y con otros, me sorprende lo bajo que está el sonido, incluso relativamente cerca del escenario es fácil hablar, pienso que esto cambiará con los grupos punteros. No ocurrió.
Aparecen los Rolling Blackouts Coastal Fever, todavía no se ha ido el sol, nos hemos refugiado en un trozo que la sombra va ganando en el aparcamiento. RBCF dan un buen concierto, el sonido sigue estando a un volumen bajo, pero las tres guitarras, el bajo y la batería de la formación australiana suenan fenomenal. Grupo para seguir en el panorama indie internacional, en directo sus canciones funcionan perfectamente.
Justo a continuación, la actuación nacional estelar del día, Carolina Durante, que aprovechan para presentar su último disco, Cuatro Chavales. Los Cuatro Chavales dan un concierto lleno de fuerza y entrega, quejándose a la organización del sonido. Diego Ibáñez llega a decir que seguramente los Suede no suenen tan mal, pero todo indica que a poco que vayan juntando más canciones de nuevos discos, se acabarán convirtiendo en una banda imprescindible para ver en directo.
A estas alturas de película me ha entrado un ataque de alergia como si de una plaga bíblica se tratara, con el estado de alarma que crean los estornudos en tiempos de pandemia, se ha formado a mi alrededor un cordón de seguridad, de esa guisa, voy a comer algo mientras comienza el concierto de Kevin Morby.
Solo quedan dos conciertos para cerrar el día Suede y Slowdive, tal y como me estoy poniendo con la alergia tomo la decisión de quedarme a ver Suede y dejar Slowdive para mejor ocasión, al fin y al cabo, como decía la corresponsal de colores, son unos susurradores, y el día se me está haciendo largo entre el calor, la alergia y el tinto de verano al que me he cambiado. La cerveza se calentaba enseguida y con el tinto de verano puedo aprovechar los hielos para ponérmelos encima de mi pelada cabeza.
Sale Suede a escena, el sonido no ha mejorado tanto como suponía Diego Ibáñez, en las primeras canciones Brett Anderson se dedica a dar indicaciones de que le suban el micrófono, bajen el teclado o suban la guitarra, a pesar de esto arrancan fuerte con She, Trash, Animal Nitrate y We are the pigs entre las primeras cinco canciones, Brett en plan super estrella animando al público, bailando encima de los altavoces, tirándose al suelo, bailando de lado a lado del escenario, con su carisma fuera de lo común y con la voz un poco perjudicada, los años no pasan en balde y muchas de las canciones las canta en un tono más bajo que el habitual. A pesar de eso y del omnipresente sonido bajo, consigue arrastrar a los que estamos allí a uno de esos típicos momentos de éxtasis colectivo que culminan con Beautiful Ones y New Generation. Quizás ha merecido la pena tanto sufrimiento.
Hay numerosos festivales por el mundo que adoptan el nombre de Music in the park, hay uno en Inglaterra, alguno en EEUU, varios dedicados a bandas de instituto, yo regalo a la organización del Tomavistas una nueva denominación, Música en el parking o mejor todavía en inglés Music in the parking lot. Crecer puede ser un problema y no parece que de momento a los seguidores les haya gustado el nuevo camino tomado.
Indie, eres un tío duro. No cabe duda!!!
Soportar tantas horas de pie, con esa temperatura tan ideal, y en un parking, es para ponerte al menos un piso.
Idea para los gerifaltes…
Menos mal que parece que el concierto mereció la pena, a pesar del sonido.
Indie, después de la aventura en Music in the parking lot, puedes con lo que te echen. Vive Dios!!!!
Con lo que te esfuerzas en tus andanzas que poco valorado te tienen Indie. Espero que te hayas recuperado de esa salvajada a la que te enviaron 😉