“Tócalas otra vez, Jesús”
Los Secretos – Dos caras distintas – 1995

GRUPO: Los Secretos
TÍTULO DEL ÁLBUM: Dos caras distintas
AÑO: 1995

Es una sensación, pero me da por pensar que Jesús Redondo es el gran “tapado” de Los Secretos y que su contribución a la banda es mayor de la que, a priori, se pueda pensar.

Como ejemplo, valga el disco al que hoy dedicamos esta crónica: Dos caras distintas. La banda se fue a grabar a Oxford con Mike Vernon a los mandos. Enrique, Álvaro, Ramón y Jesús entraron a los estudios británicos con los experimentados músicos de estudio Gordon Edwards y Kevin Wilkinson al bajo y a la batería respectivamente.

El último álbum de estudio de Enrique Urquijo con Los Secretos es, a mi entender, uno de los más completos de la banda. Abre con Pero a tu lado, dedicada a una recién nacida María (sí, la de Agárrate fuerte a mí…). Un tema que con el tiempo se ha convertido en una de las canciones del pop español más radiada y escuchada. En su día, obtuvo un éxito mediano, pero la canción fue creciendo, incrustándose en el imaginario colectivo y terminó siendo, junto al Resistiré del Dúo dinámico, himno de la pandemia. Antes, eso sí, ya también era el himno oficioso de la Unión Deportiva Levante…

Pero a lo que vamos. En Dos caras distintas, el “secreto” en la sombra, José María Granados, a la sazón presidente de la República de Vinylroute, firma Margarita, junto a Jesús Pacheco, y la incontestable La última vida de un gato. En la primera, Enrique apenas cambia la letra de Granados, pero dónde éste decía “deshojando tu flor”, él dice “deshojando la flor”. Un cambio nimio, pero que si escuchan a uno y a otro, verán que tiene más enjundia de lo que parece. Granados se muestra más pícaro… En la última vida de un gato, también varían un par de frases del final de la canción; poca cosa.

El resto de los temas se los reparten Enrique, Álvaro y… Jesús Redondo. El teclista, que ya había compuesto la música de Colgado (una de las mejores de la banda, sin duda) en el anterior trabajo de Los Secretos, se muestra muy activo y se marca un tema con un swing que te hace caer de espaldas en Menos decir adiós; canción que aunque salió como tercer single siempre ha quedado en un segundo plano y tiene tanto una música como una letra perfectas. Tal vez, que el estilo se alejara del pop y el texmex habitual de la banda la haya condenado al olvido, pero me encantaría volver a oírla en directo.

Jesús también hace su aportación en la melancólica Una tarde gris, pero es, sobre todo, en Algo en la vida donde el músico -pacense de nacimiento- echa el resto. El tema también ha quedado arrinconado en el baúl de los recuerdos de la banda, pero es un pedazo de tema en el que el grupo ofrece un pildorazo de sus virtudes como instrumentistas y Jesús de su pericia para fabricar melodías. A mí, no lo puedo remediar, me lleva a Bruce Hornby, a Supertramp, pero, en mayor medida, a la E Street Band. Los Secretos crean una pantalla musical total con unos arreglos completos, pero muy limpios. Se suceden los diálogos entre las guitarras de Álvaro y Ramón con los teclados de Jesús, y Algo en la vida se convierte en el epílogo perfecto del último disco con Los Secretos al completo.

Me reafirmo. Jesús es el “tapado” de Los Secretos. Un tipo afable, amable, autodidacta y superdotado teclista. ¿Qué cómo podemos adjetivarle como afable y amable cuando hablamos de su música? Porque ya hemos tenido el placer de charlar con él y lo podréis disfrutar el próximo jueves. Jesús Redondo es un gran tipo, además de un excelente músico al servicio de una de las bandas más importantes de nuestro país.