“Momentos de gloria”
Tequila – Confidencial -1981
GRUPO: Tequila
TÍTULO DEL ÁLBUM: Confidencial
AÑO: 1981
No soy muy alto. No tengo mucho pelo. Mis ojos miopes son del montón… solo me queda el ingenio. Ingenio humorístico para las distancias cortas y musical para cuando no las tengo delante.
Me lo he tenido que currar para ligar. Para el tête à tête disponía de una buena colección de chistes y frases hechas, pero suculentas, y la primera impresión funcionaba. El problema, que en mi juventud no había redes sociales y lo que cocinaba los fines de semana por la noche lo tenía que seguir alimentando durante la semana. ¿Cómo? Con cintas, cassettes grabadas con toda suerte de mensajes subliminales.
Mis compilaciones solían abrir con el Me siento mejor de Los Secretos; un tema marcado por la ambigüedad: no estoy enamorado, pero podría estarlo. No faltaban el Cerca de ti de Los Elegantes, el Que cerca veo el final de La Granja, el Esta noche de los 091 o el Noche de lluvia en Madrid de Los Modelos.
Con esos mimbres tejía una maraña de puro pop con la que epataba a las chicas objeto de mi atención.
No era una selección cerrada, pues la joven en cuestión me inspiraba temas que por uno u otro motivo encajaban con el momento, su personalidad o algo que hubiera marcado nuestro conocimiento.
Para cerrar, muchas veces -a modo de puntilla- lanzaba el Número uno de Tequila.
La canción abría la segunda cara de Confidencial (1981, Zafiro). Un disco con grandes canciones como Nena o la mítica Salta, pero Número uno me llegaba a lo más profundo.
La letra era muy normalita, nada del otro mundo. Un chico conoce a chica de libro y cómo cae rendido a sus pies.
La música, los arreglos, la voz de Alejo y las guitarras de Ariel o todo junto, desde la primera escucha, exudaba una carga de melancolía que en muy pocas canciones me he encontrado.
Repito. No sé qué tenía el tema protagonista de esta crónica, pero a mí me transportaba a un mundo interior repleto de sentimientos a flor de piel.
Lo siento. No lo sé definir mejor. Hay canciones, hasta en ese mismo disco, canónicamente mejores, pero ésta… ésta tenía ese plus que la hacía única y la podías escuchar cientos de veces por las emociones que despertaba y enhebraba.
Número uno, en mis cintas con mensaje para chicas recién encontradas, me regaló momentos de gloria juvenil que, a pesar del paso y del peso de tantos años, aún recuerdo.
Con Número uno no fallaba y estoy casi seguro de que, si se prestara la ocasión, aún con su corte juvenil, no fallaría ahora con esas niñas convertidas en mujeres, con sus cuitas, desengaños y sinsabores.
Gracias, Tequila.
Me encantó la crónica. Cuándo no? Bien he de decir que Número uno no es de mis favoritas, pero como ya dije el otro día eso es lo bueno de la música, los distintos colores que cada uno ve en determinada canción