«El Corresponsal Espectador Anónimo»
Crónica del concierto de Coti – Parque Aluche – 03/06/2023

GRUPO: Coti
UBICACIÓN: Auditorio Parque Aluche
FECHA: 03 de junio de 2023

ROCK&ROLL EN LA PLAZA DEL PUEBLO (O BARRIO)

En cuanto llega el mes de mayo, y hasta finales de septiembre, la Comunidad de Madrid multiplica por cien el número de conciertos a celebrar: macrofestivales, fiestas de pueblos, fiestas de distritos, programas culturales… una locura. Afortunadamente, los conciertos de las fiestas patronales son gratuitos; si bien es cierto que los tiempos en los que las instituciones municipales se dejaban el presupuesto en contratar a los primeros “espadas” ya quedan lejanos, desde hace unos años, estos eventos sirven para mantener en activo a las bandas y solistas, digamos, más veteranos, o bien encuadrados en lo que podríamos denominar el segundo escalón.

Afortunados somos los amantes de la música en vivo, ya que esta circunstancia nos permite volver a reencontrarnos con “viejos amigos” y/o redescubrir talentos que se nos pasaron desapercibidos (al menos en mi caso).

La liturgia de estos eventos quedó muy bien reflejada en el clásico de Tequila, el público que se congrega en torno al escenario es de lo más variopinto: los fieles seguidores, los que se toman la molestia de repasar el repertorio en plataformas digitales para ir preparados, los curiosos, familias completas de tres generaciones, los que se apuntan a un bombardeo… y los “porculeros”. Estos últimos, por desgracia, ya no solo proliferan en conciertos gratuitos, también llevan tiempo extendidos en eventos de pago, lo cual no entiendo. El perfil está bien definido: grupos de “jóvenes” de ambos sexos entre 17 y 35 años que se reúnen a hacer su correspondiente botellón, de espaldas al escenario, pero lo suficientemente cerca para aparentar que les importa, que hablan entre ellos a voz en grito y no paran durante todo el concierto, demostrando una total falta de respeto por el artista de turno y por los que intentamos disfrutar de la música en vivo… en fin, debe ser que me estoy haciendo viejo.

Y a todo esto, Roberto Fidel Ernesto Sorokin Espasa (wikipedia dixit) más conocido como Coti, se marcó un concierto de casi dos horas en el corazón del barrio de Aluche. La constante amenaza de lluvia y los veinticinco minutos de retraso (comenzó nada menos que a las 23:40 h) terminaron por merecer la pena.

Este cantautor reúne varios de los tópicos argentinos: tiene verborrea, es futbolero y denota buen gusto por el rock, lo cual no lo digo en absoluto como demérito, más bien al contrario (afinidades rojiblancas aparte). Consciente de haber alumbrado algunos de los temas más escuchados tanto en España como en Iberoamérica en lo que va de siglo, fue intercalando a lo largo de su actuación sus hits más reconocibles junto a composiciones más recientes, incorporando a su repertorio éxitos compuestos por él, pero popularizados por otras voces, tales como Diego Torres o la dulce Julieta Venegas (“Lento”, “Andar Conmigo”). Nada habitual en este tipo de conciertos es la presencia de invitados en el escenario, dos en este caso: el rapero alicantino Subze (género que me es completamente ajeno) y uno de los ilustres vecinos de Aluche, el poeta y cantautor Marwan. Con el primero, Coti nos recordó cual fue la selección que  ganó el último Mundial de fútbol, interpretando su tema más reciente,  “Campeón del Mundo”, y con el segundo recreó “50 Horas”, uno de sus últimos éxitos. Para esta gira, el rosarino se acompaña de una competente y potente banda compuesta por seis miembros; contando con él, hay momentos con cuatro guitarras sonando al unísono en el escenario. Aún así, prescindió de sus músicos para acometer  la primera de las versiones de “Color Esperanza”, acompañado únicamente por su guitarra acústica y miles de voces coreando las estrofas; la segunda la guardó para el bis con el grupo al completo y la presencia de sus dos invitados, justo antes de cerrar con su tema franquicia, “Nada fue un error”, igualmente aclamada y cantada por la casi totalidad de la concurrencia. En resumen, un buen concierto de un tipo solvente, maestro en el dominio de los secretos del lado más amble del rock: melodías reconocibles, estribillos poperos y temática universal que nunca falla, el amor/desamor, la soledad…  en definitiva, los sentimientos.

Por terminar el capítulo de quejas: que alguien me explique por qué en Madrid los conciertos en salas y recintos cerrados tienen que terminar a las doce de la noche, y los celebrados en plazas y parques al aire libre (con las viviendas “pegadas” al recinto) comienzan prácticamente a esa hora…