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«El Corresponsal Espectador Anónimo»
Crónica del concierto The Police – 1983

GRUPO: The Police
UBICACIÓN: Estadio Román Valero
FECHA: 30 de septiembre de 1983

Principio y fin

Hace semanas que terminó el verano. Aún no lo sé, pero ha sido el último año que veraneo con mis padres; en adelante, preferiré hacerlo con mis amigos. También ha sido el último año que veraneo en Torremolinos. De lo que sí estoy seguro es de que no voy a volver al Instituto. En apenas unos días comienzo la Universidad.

Estoy nervioso. Para empezar, tengo que ir al culo del mundo, a Cantoblanco, yo que siempre he ido al instituto andando o en bus (apenas seis o siete paradas). Me voy a tener que meter unos madrugones cojonudos; no tengo coche (ni edad para conducir), y no conozco a nadie. Yo, que siempre suelo pasar desapercibido y me cuesta un mundo conocer gente nueva. Aún no lo sé, pero desde el primer día, en el tren camino a la Facultad, me voy a encontrar con gente del Instituto que también van a estudiar allí, y que, aunque apenas nos conocíamos de vista, nos vamos a hacer amigos. Tampoco sé, en este momento, que voy a conocer a compañer@s estupend@s, con gustos y aficiones parecidos a los míos, ni que la música se va a convertir, aún más si cabe, en uno de los motores para sobrellevar mi existencia.

Estoy nervioso. Hoy es un día especial. Voy a ver al MEJOR GRUPO DEL MUNDO, y no lo digo solo yo, también lo piensan millones de personas en todo el mundo que compran sus discos. La entrada me ha costado un pastón, pero ha merecido la pena dejar de tomarme unas cuantas copas, y ahorrarlo de la paga que me dan mis padres (con mucho esfuerzo y sacrificio por su parte). Tengo sus cinco discos publicados hasta la fecha: mejor dicho, tengo tres cassettes originales, una grabada, y el último, “Synchronicity”, en vinilo. Ha salido a la venta hace nada, y aún no he terminado de digerirlo, pero, ¿quién puede resistirse a la canción más bonita jamás compuesta? No sé inglés (me pasa lo mismo que a un futuro Presidente de Gobierno, soy de los que estudiaron francés en el colegio y en el Instituto, y ahí me quedé), pero soy capaz de cantar “Every Breath You Take” sin mirar la letra.

Aún no lo sé, pero el grupo telonero A Flock of Seagulls finalmente no va a tocar; una lástima, he escuchado algunos de sus temas en la radio: Abitbol y Garrido les suelen poner.

El concierto se va a celebrar en un campito de fútbol, a tropecientas estaciones de metro de mi casa, en el barrio de Usera. Joder, qué lejos; ni se me pasa por la imaginación volver por la zona un millón de veces a recoger y a dejar en su casa a mi futura novia… ni que me voy a casar con ella, y mucho menos tener descendencia… ¡¡¡menuda pereza!!!

No creo que el concierto vaya a ser tan espectacular como el de los Rolling el año pasado en el Calderón (gracias por llevarme, hermana; jamás lo olvidaré), pero esta vez me conozco el repertorio de sobra, y, además, Police es un grupo joven, no como el abuelo Jagger y compañía, que deben tener por lo menos cuarenta tacos o más… no creo que les falte mucho para retirarse.

Ni se me pasa por la cabeza que dentro de unas décadas podré rememorar este concierto desde mi propio teléfono-pantalla-computadora-sin cable, en una especie de canal de tv llamado youtube en el que la gente “sube” contenidos de todo lo imaginable y lo inimaginable: me gustan las pelis de ciencia ficción, pero a ningún guionista se le ha ido tanto la olla.

Entonces podría recordar que tocarán veinte temas durante hora y media, y que como estaban en la gira de presentación de su último disco, el repertorio se basará en el mismo, haciendo nueve de los once cortes que lo componen. También recordaría con exactitud que caerán prácticamente todos su singles anteriores, con especial atención a los extraídos de su primer Lp, “Outlandos d´Amour”, que constituirán el colofón a un conciertazo, con un “So Lonely” brutal.

Seguro que esta noche la gente va a flipar y que vamos a estar cantando y botando todo el concierto; sé de buena tinta que Sting chapurrea bastante bien el español y que va a estar alentando al público y comentando todo el concierto. En el escenario solo va a estar acompañado por Andy Summers y sus maravillosos sonidos guitarreros, y por Stewart Copeland y su aparatosa batería con mil platillos, aéreos y demás bombos, que no están de adorno precisamente, pues los toca todos. No en vano, es uno de los secretos de esta maravillosa banda, el sonido y tempo de la batería, inconfundibles.

Tres músicos como la copa de un pino, un repertorio espectacular, pop-reggae-soul-jazz-rock, lo de siempre, pero completamente diferente. ¿Alguien duda de que son EL MEJOR GRUPO DEL MUNDO?

Lo que no sabemos hoy, es que en apenas unos meses desaparecerán, sin decir nada, sin anuncios, sin comunicados. Simplemente dejarán de sacar discos, de hacer conciertos. Nos tendremos que conformar con las versiones que Sting haga en su más que previsible carrera en solitario, pero ya no será lo mismo.

Por si acaso, me voy a poner un calzado cómodo, no vaya a ocurrir que, a la salida, la Policía, la de verdad, cargue con botes de humo contra el mogollón de gente que va a intentar colarse, sin distinguir entre los asistentes y los jetas, y tengamos que correr echando leches hacia el metro. Aunque ya estamos en 1983, y ya han pasado por Madrid bastantes figuras internacionales, todavía hay gente que no se ha enterado que los conciertos hay que pagarlos…

¡Qué nervios!, The Police en Madrid, por segunda vez en la historia…igual ya no vuelven hasta dentro de 25 años; menos mal que esta noche no me lo pierdo, no vaya a ser que la próxima me pille haciendo un crucero… ¡¡¡qué cachondo soy… un crucerito, como los ricos!!!

Luis Guilló
Corresponsal Espectador Anónimo… más de cuatro décadas viendo, escuchando y sobre todo, disfrutando de la música.

 

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