“Pocos públicos se entregan tanto”
Crónica del concierto de Un Pingüino en mi Ascensor – Sala Copérnico – 23/09/2023

GRUPO: The Fort Yukon Reindeers / Un Pingüino en mi Ascensor
UBICACIÓN: Sala Copérnico
FECHA: 23 de septiembre de 2023

La limusina pasó a recogernos. Puntualmente. Al volante, haciendo la vexes de chófer, Carlos Sainz. Un bonito detalle de Ferrari.

Tras pedirle a Carlos que subiera la mampara para hablar de nuestras cosas, abrimos el Moët & Chandon y unas latitas de beluga.

A la entrada de la Copérnico nos encontramos con Ñete que sigue sin entender un concierto sin batería física. Nos chupamos las orejas y nos trasladamos a la zona VIP.

La sala estaba a reventar y las camisetas de renos y los gorros y las gafas delataron el interés de la parroquia por disfrutar del primer concierto en España de Fort Yukon Reindeers.

Los alaskeños aparecieron puntualmente 15 minutos después de la hora fijada y no defraudaron.

La elegancia de Rafael y el desenfado de Mauricio engancharon al respetable que no dudó en corear el nombre de la banda y los temas de Paraíso.

Tras desgranar seis temas, los de Anchorage se despidieron de sus ya fieles y leales seguidores.

Pocos minutos después, llegó el plato fuerte: José Luis Moro y Mario Gil llenaron un amplio escenario que para los presentes se convirtió en altar donde adorar a sus ídolos, a un Pingüino en mi ascensor. Pocas veces hemos visto a un público más entregado, visceralmente feliz por poder corear los estribillos -cuándo no los temas completos- de puro genio e ingenio de la banda.

Y el n dato. Mucha más gente joven de la que, a priori, nos podíamos imaginar.

El Pingüino no tiene seguidores, tiene una legión de sectarios que cuentan los conciertos por fiestas…

Difícil encontrar un público más entregado y conectado.

Visto así, no podíamos dejar de felicitar a José Luis y a Mario y una vez en el backstage les chupamos las orejas con fruición y les ofrecimos nuestra solemne enhorabuena.

A la salida, nos esperaba la limusina con Fernando Alonso al volante (Aston Martin no quiso ser menos que Ferrari).

Pusimos el Súper gilipollassss a todo lo que daba el equipo de música y nos fuimos a descansar. La noche, el concierto, había resultado memorable.