«Capitán Haddock»
Lana del Rey – Norman Fucking Rockwell! – 2019
ARTISTA: Lana Del Rey
TÍTULO DEL ÁLBUM: Norman Fucking Rockwell!
AÑO: 2019
Este es el artículo probablemente más difícil que me ha tocado escribir en VinylRoute. El motivo es que cuando lo empiezo no se si me gusta la artista sobre la que trata, Lana Del Rey. Lo revelo al final. Y, además, tengo la impresión de que la cantante neoyorquina no es, ni mucho menos, la música de cabecera del núcleo duro de los fans vinylrouteros. Esto es como jugar fuera de casa o nadar contra corriente. Aunque en este caso la parte “débil” sea una superestrella que vende millones de discos (¿todavía se venden discos?) en todo el mundo.
Elizabeth Woolridge Grant o Lizzy, que así se llama, irrumpió en la escena musical en 2011 gracias a un video estilo vintage de una de sus canciones, Video games, hecho por ella misma. Anteriormente, Lizzy o Lana se había ido labrando una imagen cuidada, tras una adolescencia supuestamente problemática con adicción al alcohol, que la llevó a un internado “bien” en Connecticut. Parece ser que en algún momento de su juventud pasó por Santander para estudiar español. ¿Algún lector se la cruzó por el Sardinero o de copas por la zona de Cañadío?
Empezando por la parte negativa, Lana Del Rey parece a primera vista solamente un producto de cuidadísimo marketing, una creación mediática aupada en las redes y en grandes campañas de promoción. En sus directos, ha recibido críticas por aparecer demasiado hierática y un tanto perdida, y con la voz dando grandes altibajos. Además, algunas de sus canciones pasan desapercibidas por su pop insípido y las letras pueden ser, cuanto menos, facilonas o con referencias provocadoras teen casi de American pie (“my pussy tastes like Pepsi Cola” (Cola, 2012)).
Pero. Sin embargo…
Debajo de esa apariencia un tanto artificial de sus inicios, se esconde un espíritu artístico y creativo muy fuerte, tanto que ha conseguido crear un universo particular muy atractivo. Un universo evocador, de atmósferas retro cincuenteras-sesenteras, voluptuoso y glamuroso, cinematográfico con un toque dark como salido de una película de David Lynch con música de Chris Isaak. Lana Del Rey representa además muy bien la imagen de la pop culture de la California eterna (“California is a state of mind” canta en Fuck it, I love you). Es la California de los sueños (rotos), de amores y desamores, de descapotables bajo las palmeras de Mulholland drive conduciendo hasta Hollywood Boulevard con Vine, de pasiones desbocadas en asientos traseros en la noche de las colinas angelinas, también de los chicos malos de Bret Easton Ellis, y de si va mal de poder empezar todo de nuevo. De eso que llaman libertad, al fin y al cabo.
Además, Lana Del Rey, graduada en filosofía por cierto, tiene una voz muy sugerente que modula muy bien y con un suave fraseado-rapeado muy atractivo (por ejemplo, en Blue Jeans, 2012). ¿Y por qué no? Me gusta su melena, sus trajecitos florales, su nombre artístico hollywoodiano. Incluso su hieratismo de diva tiene su atractivo.
En el álbum Norman Fucking Rockwell!, en cuya portada aparece el nieto de Jack Nicholson, Lana Del Rey alcanza una madurez compositiva extraordinaria. Es un disco minimalista, centrado en su voz sensual y en sus historias más personales, con sus desilusiones y referencias a ese pasado que la persigue con mitos como los Beach Boys, Joni Mitchell, los Eagles, David Bowie o Sylvia Plath. A pesar de todo, Lana Del Rey no pierde la esperanza, como dice en la canción que cierra el disco con ese título tan particular: Hope is a dangerous thing for a woman like me to have – but I have it.
Pero el momento cumbre del álbum lo representa el enorme tema Venice bitch, 9 minutos de melodías de pura sensualidad con un sorprendente final instrumental con toques psicodélicos. No hay mainstream ni marketing aquí. Hay que ver el video, realizado por su hermana en Super 8, que está filmado desde la parte de atrás de un coche en donde se cruzan fugazmente carreteras, el mar y otros coches desenfocados. Y de esa maraña de tráfico de repente aparece Lana, o mejor dicho Lizzy, sonriendo.
Conclusión: esto es un SI a Lana Del Rey. Pero enorme, además.
Sorprendido por la crónica. Yo la conozco por la banda sonora de la serie El tiempo entre costuras, por la canción Young and beautiful, que tengo en mi lista de Spoti.
Buena crónica, amigo Sancho
¡Muchas gracias!
Pues me ha encantado la crónica, no conocía tanto yo de Lana del Rey, pero ya me ha picado la curiosidad. Felicidades por la crónica!!
Me alegro. ¡Muchas gracias!