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«Un payaso vanidoso»
Rocío Jurado – Rocío Jurado – 2022

GRUPO: Rocío Jurado
TÍTULO DEL ÁLBUM: Rocío Jurado
AÑO: 2022

Qué ocurrió tras la fiesta alternativa del Indie contada ayer

«El gerifalte murciano»

Llevamos varios días muy ocupados con reuniones, conciertos y preparativos varios. Tanta actividad nos ha hecho olvidarnos del Indie y del encargo que le hicimos; pero el tiempo apremia y necesitamos que la obra de las nuevas oficinas esté terminada.

Le llamo por teléfono, me salta el mensaje de su contestador. “Soy el Corresponsal Indie, si escuchas este mensaje, estoy liado salvando la música. Deja tu mensaje”.

Le dejo un mensaje en el buzón: “Indie, hoy vamos a ver cómo ha quedado la oficina. En cuanto te levantes, por favor, pásate por allí.”

Entramos el gerifalte del batín y yo en la limusina, sorteamos el tráfico, no sin dificultad y como buenos madrileños aparcamos en la puerta. Hay una verja en la entrada, miro al otro gerifalte, está liado con el móvil que no acaba de responder a sus deditos gordos. “¿Has visto eso?”, le pregunto. Levanta la vista del móvil y detiene la mirada en la verja. “Joder, ¿Qué son esas boinas? ¿Y los monigotes que tiene encima? ¿Encargaste al Indie que pusiera una verja?”. “¡Qué cojones le voy a encargar una verja y menos esto!”, le respondo.

Bajamos del coche y nos acercamos para apreciar mejor el desaguisado. Lo que parecen boinas, más de cerca recuerdan lejanamente a nuestro logotipo si le pides a un niño de tres años que te lo haga con plastilina; los monigotes de encima parecen funko pops del indie en masculino y en mujer barbuda. El gerifalte del batín de seda, mira absorto y solamente logra murmurar: “Grotesco”. Comienzo a mesarme mis escasos cabellos, si esto lo ha hecho sin pedírselo, no quiero ni imaginarme lo que puede haber perpetrado en el interior.

No tenemos llave de la verja con lo que debemos saltarla. Yo lo hago sin dificultad, pero el gerifalte del batín, como es más pequeño, se queda ligeramente atrancado a mitad de la subida. Comienza a lanzar bufidos y prefiero adentrarme en lo que supongo es el pasaje del terror.

Ya desde la entrada percibo un extraño olor como a hierbas, en el suelo hay botellas de Trinaranjus y Fanta, alguna botella de vino, un buen montón de litronas de cerveza, ¿un par de cálices?, todos vacíos. El suelo está pegajoso. Hay luz en la sala principal, este anormal se debe haber dejado las luces encendidas. Pues no, la lámpara central yace destrozada en el suelo, pero hay tres agujeros en las paredes y entra luz con un tono extraño. Ha puesto una especie de collage de vidrio incomprensible, el calor de estos días debe haber hecho que la pintura de los vidrios se licue y caen churretones arcoiris de dos de ellos y negros del otro. Es la mayor mierda que he visto en toda mi vida.

Entro en mi despacho, encima de mi mesa hay un par de fajas, un escapulario, un cancionero diocesano y una guitarra española, alrededor de ella en el suelo, hay dos condones usados, una pierna ortopédica y dos dentaduras postizas. ¿Qué cojones es todo esto?

Oigo un jaleo en la entrada, salgo corriendo y veo al del batín de seda aún enganchado en la verja intentando pegar al Indie, que esquiva los golpes como puede y salta hasta donde estoy yo.

Le miro con tal mala hostia que casi me explota una vena en la cabeza. Me devuelve la mirada y murmura: “Nos han okupado, no he querido preocuparos. Ya me encargué de echarlos y poner esta verja para aumentar la seguridad.” “¿Y no tenían otra?”. “Era la que tenían en stock, ahora están muy de moda las efigies en las verjas”.

“¿Qué explicación tienes para las fajas, las dentaduras, la pierna ortopédica…?”.

“Me dijo la policía que eran un grupo de yayokupas. Parece ser que con la desaparición de los viajes del IMSERSO por la pandemia, echaban de menos desparramar en Benidorm y se han juntado grupos de abuelos que necesitan desfogarse y tener experiencias al límite, así que, se dedican a okupar casas, naves, graneros…cualquier inmueble vacío y hacen fiestas salvajes. Destrozan todo lo que pillan y no muestran ningún arrepentimiento, van muy pasados de Sintrón”.

“¿También son ellos responsables de los agujeros con vidrio de las paredes?”.

“No eso es obra de los ultra evangélicos”. “¿Cómo?”. “Sí, un grupo de evangélicos radicales que entran en lugares vacíos e intentan sacralizarlos, tocan muy fuerte la guitarra e intentan convertir cualquier sitio en una iglesia. Debieron querer hacer unas vidrieras y no les daría tiempo a terminarlas porque los expulsaron los yayokupas”.

“Tendrás el atestado, ¿no?”. “Eché a lavar los pantalones y se ha deshecho”.

“Vaya, que conveniente”.

Oímos unos gritos. “Sacadme, hijos de puta”. Desenganchamos al gerifalte que quiere descuartizar al Indie a toda costa. Le digo que ya ha quedado todo explicado para evitar que lo asesine allí mismo, el del batín de seda, en su ataque de ira descontrolada, empieza a entonar a voces el estribillo del tema ‘Ese hombre’ de la gran Rocío Jurado: «Es un gran necio, un estúpido engreído, egoísta y caprichoso, un payaso vanidoso, inconsciente y presumido, falso, enorme, rencoroso, que no tiene corazón».

2 thoughts on “«Un payaso vanidoso»
Rocío Jurado – Rocío Jurado – 2022

  1. Los cambios de oficina siempre están llenos de inconvenientes, pero nunca imaginé una ocupación de “yayocupas” jajaja, me parto!!! Es una alegría leeros!!!

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