«El Corresponsal Espectador Anónimo»
Crónica de Los Secretos – Ciudad de la Raqueta – 23/06/2023

GRUPO: Los Secretos
UBICACIÓN: Ciudad de la Raqueta
FECHA: 23 de junio de 2023

MASTERS 1000

Cuando rebasas la quinta década y te acercas vertiginosamente a la sexta, acudir a un concierto de Los Secretos es tan confortable y satisfactorio como reunirte con las amistades forjadas en los años de instituto, o de universidad. Da igual que siempre se cuenten las mismas anécdotas, que nos riamos de los mismos viejos y malos chistes, y que apenas quede espacio para contarnos novedades, generalmente relacionadas con tres “d” fatídicas: divorcios, despidos, defunciones. El placer de reunirse de nuevo tiene el poder de aparcar por unos instantes las posibles amarguras o contratiempos de nuestra vida cotidiana. Y la música de Los Secretos siempre ha estado ahí, con su sonido característico (¡esas 12 cuerdas de Álvaro!), formando parte de la banda sonora de nuestra vida:

Otra tarde me he quedado colgado; una y mil veces he hecho cambio de planes, y sigo buscando. En más de una ocasión he bebido hasta perder el control, recordando los ojos de gata de la que parecía ser una buena chica… pero tenía dos caras distintas: lo siento, me olvidé de tu nombre, ¿era Margarita? Comienzo paseando sin dirección por la calle del olvido, y siempre termino en el bulevar de los sueños rotos, deseando volver a ser un niño para jugar en mi paraíso… pero a tu lado.

Ni soy el primero, ni seré el último, ni mucho menos el más ocurrente, en contar una historia uniendo títulos de canciones, pero es un buen reflejo de la hermosa cotidianeidad que transmite el repertorio de esta singular y longeva banda.

Y en directo, pues más y mejor. Teniendo en cuenta que llevan ininterrumpidamente de gira prácticamente todo lo que llevamos de siglo, y que de por sí son unos músicos excepcionales, el nivel de conjunción y ejecución es simplemente perfecto. Lo cual no resta ni un ápice a la emoción que transmiten en cada uno de los acordes de sus estupendas canciones. La incorporación hace unos años de Txetxu Altube como tercer guitarra y coros (fichaje estrella) supone un valor añadido, y quizás cierto soplo de aire renovador, para no caer en la monotonía y aportar un nuevo punto de vista en el tratamiento de sus temas más clásicos, aunque, curiosamente, juega un papel algo secundario a nivel escénico. No estaría mal rescatar algún tema de Los Madison, como “Compás de espera” o “Nadie”, que no me cabe duda les sentarían como un guante. Ya sabemos de la sorprendente facilidad de Los Secretos para convertir en propio cualquier tema ajeno.

En la calurosa noche del jueves, buena parte del “colorido” público se mostraba ansioso… de hacerse el mayor número posible de selfies y videos: individuales, por parejas, en grupo… esa noche debió reventar Instagram; me transmitieron la sensación de que les daba exactamente igual si actuaba Mecano, Los Hombres G o Siempre Así (…). Con tanto patrocinador del evento, me temo que los únicos que pasamos por taquilla fuimos mi compañera y yo.

En cuanto al concierto en sí, el repertorio estuvo basado, como casi siempre, en sus grandes éxitos del siglo pasado, relegando testimonialmente cualquier composición posterior a 2002 (lo cierto es que apenas han entregado tres álbumes con temas originales desde ese año). En mi humilde opinión, como ya comenté con respecto a Revólver, no estaría mal refrescar el setlist. Comenzaron a tope con la magistral “Buena chica” y siguieron con una de las pocas versiones que se permitieron, “Échame a mí la culpa”, el clasicazo de Albert Hammond compuesto en los años 50 por el mexicano José Ángel Espinoza. A falta de la inmortal “Nada más”, el talento creativo de José Mª Granados lució especialmente en “Margarita”; también hubo lugar para una animosa versión de “Aunque tú no lo sepas” (“regalo” de Quique González al añorado Enrique), y por terminar con curiosidades, sonaron “Sin dirección” y “Culpable”, dos temas que generalmente no suelen aparecer en el top de la banda.

En una hora y media, que transcurrió como un suspiro, se fueron sucediendo sus temas más celebrados: su nuevo gran clásico “Pero a tu lado”, el himno al desamor “Quiero beber…”, y uno de sus primeros escarceos con la música americana, “No me imagino”. Y sin darnos cuenta, despedida y a por los bises, incluyendo felicitación masiva a Álvaro Urquijo por su 61 cumpleaños. “Agárrate a mí María”, las reglamentarias “Ojos de perdida” y “Déjame”, y para casa.

Quizá estoy muy mal acostumbrado por recientes conciertos de otras bandas coetáneas de Los Secretos, pero por 45 eurazos, se me hizo un tanto escaso. No solo por la duración del evento, quizá también esperaba alguna sorpresa o algún detalle que hiciera especial este concierto, respecto a los celebrados en las múltiples fiestas populares en las que son contratados.

En resumen, me quedó la sensación de asistir a un torneo Masters 1000, cuando me esperaba un Grand Slam. Cosas del tenis… y manías mías.