«El Corresponsal Espectador Anónimo»
Gabinete Caligari – Cuatro Rosas – 1984

ARTISTA: Gabinete Caligari
TÍTULO DEL ÁLBUM: Cuatro Rosas
AÑO: 1984

¡VIVA EL BOURBON!

Poco antes de que Urrutia, Presas y Clavo nos pusieran a bailar tarantelas, pasodobles y chachachás a los veinteañeros de la época, los Gabinete se despacharon con un mini-LP (entonces se les denominaba así a los vinilos que contenían entre 4 y 6 canciones) cuasi perfecto. Seis temas, de los cuales, al menos cuatro, están entre lo mejor de la discografía del trío madrileño. Su éxito fue tal, que se convirtió en el primer disco editado por un sello independiente (en este caso DRO/Tres Cipreses) en alcanzar las 50.000 copias vendidas y certificar como Disco de Oro.

Tras la publicación de unos cuantos singles y un primer LP, la banda evoluciona desde lo que se podría denominar onda siniestra, a lo que algún avispado crítico definió como “rock torero”, para desembocar en este trabajo, en el que las etiquetas empiezan a sobrar.

En estos años, más que un trío, la banda es prácticamente un quinteto, pues los teclados de Teresa Verdera, y, sobre todo, el saxo del malogrado Ulises Montero, forman parte activa del sonido del grupo. Si le sumamos el estado de gracia a nivel compositivo de Jaime y compañía, nos encontramos con un disco que destaca muy por encima del resto de propuestas de sellos independientes, y compite de tú a tú con las discográficas más potentes del momento.

Como productores figuran los propios miembros del grupo y Jesús N. Gómez, llevándose a cabo la grabación en los míticos estudios Doublewtronics del barrio de “Prospe”.

El vinilo abre con el tema que da título a todo el álbum, un ingenioso homenaje a Janis Joplin, en forma de oda a una de las marcas de bourbon más famosas. La riqueza instrumental es más que notable: el fraseo de la guitarra, sintetizadores simulando clavicordio, y la sección de viento, en la que destaca el fliscorno de José Luis Medrano. Como segundo corte aparece, “Tango”, tal como indica su título, es una recreación poprockera de la temática recurrente de este género musical, que, a duras penas, pasaría hoy la censura del ministerio del pensamiento único. La cara A se cierra con una balada cuasi heavy, con un crescendo maravilloso, “Más Dura Será la Caída”.

La cara B abre con “¡Caray!”, toda una declaración de principios, en la que, con bastante ironía, y por qué no, chulería, anticipa la progresiva pérdida de ciertas buenas costumbres sociales. Loquillo, buen amigo de Urrutia, rápidamente se apropió del tema, y durante un tiempo formó parte de su repertorio, acentuando el toque swing de esta composición. Le sigue una de las joyas del disco: “Haciendo el Bobo”: sin duda la canción más soul de Gabinete, con los sintes sonando como furiosos Hammonds, lleno de referencias a la cultura del Harlem más lumpen (muy recomendable leer alguna de las novelas del mencionado Chester Himes de la canción). El álbum se cierra con “Esclavo de tus Pies”, tema muy representativo del sonido del grupo, sobre todo por el ritmo de la batería, tan característico desde los tiempos de “Golpes”, “Sangre Española” o “Mentir”, todo ello en un festival sonoro donde la sección de viento marca un final apoteósico.

Este disco supuso el despegue definitivo de la banda y el inicio de una larga y fructífera colaboración con Jesús N. Gómez como productor. Su siguiente disco, “Al Calor del Amor en un Bar” (1986), fue el último editado por DRO. Acabaron fichando por una multinacional, alcanzando su clímax solo dos años más tarde con el bombazo que supuso “Camino Soria” … y a partir de ahí, ya es otra historia, cuyo final es bien conocido.

Un largo reguero de hits, originalidad de sus propuestas en determinados momentos, razones más que suficientes para reivindicar siempre a esta genial banda.