“¿A qué huele el desierto?”
Eagles – One of these nights -1975

GRUPO: Eagles
TÍTULO DEL ALBUM: One of these nights
AÑO: 1975
FOTOGRAFÍA Y DISEÑO: Desconocido

Hacía mucho calor. En el Cabo de Gata y en verano siempre hace mucho calor a no ser que estés pegado al mar. Con el sol cayendo y tras unas cuantas cervezas en La bodeguiya de Las Negras, decidimos darnos una vuelta por los Escullos, por el Bar de Jo.

Era agradable circular por las viradas carreteras de la zona, entre pitas, viendo aparecer y desaparecer el mar. Con los colores terrizos y las caprichosas formas las rocas volcánicas dibujando un paisaje tan bello como inusual.

Llegando a los Escullos nos llamó la atención una de esas grandes jaimas que montan en las playas del cabo. El aparcamiento, bueno, la playa, estaba repleta de coches y, sobre todo, motos. Paramos a echar un vistazo, a olisquear que se estaba cociendo allí.

Había ambiente, mucho ambiente. Unos músicos talluditos, con pinta de haber vivido, bebido y fumado lo que una persona “normal” no viviría, bebería ni fumaría en tres vidas completas y longevas, tocaban versiones de música americana de los 70, desde Tom Petty a Lynyrd Skynyr, pasando, parando y recreándose, en los Eagles. Lo hacían de manera sobresaliente. Dos guitarras, un bajo, un teclado y una batería que te invitaban a dejarte llevar. Y eso hicimos: nos dejamos llevar; cosa fácil allí donde el desierto se funde con el mar.

En nuestra particular y españolísima fin de ruta 66, nos daba la sensación de haber sobrepasado L.A. y estar de camino a Baja.

Fue estimulante. Espontáneo, que suele ser más grato. Y, a este escrito me remito, inolvidable.

Ahora, cada vez que escucho el Take it to the limit del One of these nights de los Eagles (el disco está trabajadito, sí, como podéis comprobar en la imagen en la que aparece. Abajo, celo naranja… ¡Jo, no tenía otro en ese momento!), la sinestesia hace el resto: a través del oído me llega el olor a desierto a cerveza, veo el mar y a chicas y chicos bailando descalzos sobre la arena de la playa, noto el calor pegajoso y vuelvo a aquella jaima, al bar de Jo, al Cabo de Gata.

Bar de Jo
Fotografía: Diario de Almería