«La corresponsal «Reparadora» y el corresponsal jubilado con melena»
Cat Stevens – Teaser and the firecat – 1971

GRUPO: Cat Stevens
TÍTULO DEL ALBUM: Teaser and the firecat
AÑO: 1971
PORTADA: Cat Stevens

Corría el verano de 1980, Residencia del Grao de Castellón, un matrimonio de 20 y 22 años con una peque que aún no había cumplido los dos años. Por su edad no se juntan con los matrimonios, sino que hacen pandilla con los chavales jóvenes. Todos los días al atardecer se acercan a la playa. El con la guitarra a cuestas y la niña montada en sus hombros y, mientras anda y toca, la peque va cantando Moonshadow siguiendo la melodía que sale de la guitarra de su padre, dejando boquiabiertos a todos los chavales y a todos aquellos que se cruzan con ellos. La canción pertenece al vinilo de Cat Stevens Teaser and the Firecat, un álbum presente en lodos los guateques de la época, deseando que empezara a sonar para poder bailar una lenta con el/la que más ojitos te ponía.

Además de esta canción con Morning has broken veías el amanecer del que hablaba y con The wind sentías el viento acariciando tu cara. Para nosotros el disco más redondo, no solo físicamente sino en el más amplio sentido de la palabra, de Cat Stevens. Como no, cantautor, aunque en este caso no sea en lengua hispana, y que él le hizo conocer a ella.

Un LP que creíamos perdido en una de las dos mudanzas de nuestras vidas, pero que, gracias a VinylRoute, hemos sabido que está más cerca de nosotros de lo que esperábamos y, quizás en algún momento, no importa cuando, podríamos volver a recuperar (aunque jodido lo vemos porque es una joyita deseada por muchos).

Nota de VinylRoute: el disco no se perdió en ninguna mudanza. El disco lleva más de dos tercios de mi vida conmigo. Es un grandísimo trabajo de Cat Stevens (para mí su mejor trabajo) y contiene esa joya que me acompaña desde el primer día que la escuché: The wind. Lo que yo me pregunto ahora, dado el descubrimiento de su paradero por parte de sus primeros dueños (primeros no es igual que legítimos), si alguien que ha prestado este tesoro se ha olvidado del hecho ¿merece realmente que vuelva a sus manos?
Sinceramente, pienso que no. Pero que decidan los tribunales.