“Una historia muy personal”
Kevin Rowland and Dexys midnight runners – Too rye ay -1982

GRUPO: Kevin Rowland and Dexys midnight runners
TÍTULO DEL ÁLBUM: Too rye ay
AÑO: 1982
PORTADA: Andrew Ratclife

Esta historia que ahora comienza está repleta de inexactitudes. Si se sumergen en ella comprenderán porqué.

No he mentido. Creo que no he mentido. Al menos, como poco, he plasmado mi verdad; lo que yo creo que es verdad, lo que realmente pienso que ha sucedido.

Como en tantas novelas románticas –las del Romanticismo, no las otras– tan solo cuento con pruebas circunstanciales para aportar veracidad a lo narrado. Circunstanciales, sí, y sujetas a la buena fe del lector; me refiero a aquel que sea capaz de comprender que con todo lo expuesto no gano nada, como mucho, escarnio personaly perdida de crédito, si es que alguna vez tuve alguno.

También soy consciente de que se indagará sobre mi pasado y saldrán a la luz mis problemas de salud mental –leves y aunque pocos sean los que lo reconozcan, muy extendidos entre mis coetáneos– y mis esporádicos coqueteos con el alcohol y las drogas –leves y aunque pocos sean los que lo reconozcan, muy extendidos entre mis coetáneos.

A buen seguro, todo se amplificará y dirán de míaquello de “estuvo en tratamiento psiquiátrico” y “consumió sustancias alucinógenas” como si al igual que el color de los ojos fuera una seña de identidad, undeterminante para vilipendiar la reputación de una persona que por un extraño sentimiento solidario –profundo y apenas extendido entre mis coetáneos– ha decidido dar el paso y exponerse a la luz pública.

La historia que tengo que contar –y por fin sé que la tengo que contar- plantea muchas preguntas, pocas respuestas y un sinfín de afirmaciones que la mayoría considerará subjetivas, como poco accidentales, cuando no producto de una mente que desvaría.

Sé que no estoy loco y sé que es lo que dicen todos los locos. También sé que no voy a poder explicar casi nada de lo que he experimentado.

Por si todo esto fuera poco, y para colmo, es una historia sin final. O peor, pues si el final que se puede intuir por los sucesos en estas líneas plasmados llegara a producirse, tampoco sabría situarlo temporalmente; lo mismo podría ser el inicio, el nudo, la conclusión o la urdimbre de toda la trama. En esta historia, el tiempo -su falta, para ser exactos- juega un papel decisivo y, sobre todo, desconcertante. Por desgracia, es otro de los elementos que más puede hacer dudar al lector de que lo contado sea cierto.

Sea como fuere, esta historia, es mi historia…

Madrid, 10 de septiembre de 2021

Me he levantado temprano. Me he bebido el vaso de agua templada que bebo todas las mañanas y me he tomado el kiwi con cucharilla. A continuación, he puesto en mi pick up el disco de Kevin Rowland y los Dexys Midnight Runner con el Come on Eileen a toda pastilla… Y no, hoy no he conseguido hacer de vientre (esta es mi historia y así la cuento).