«Capitán Haddock»
Concierto Pearl Jam. Festival Rock Werchter. 30 de junio 2022.
GRUPO: Pearl Jam
FESTIVAL: Rock Wechter. Wechter. Bélgica
FECHA: 30 de junio de 2022
La route du vinyle
Aún no se cómo, pero convencí a los jefazos de Vynilroute para que me mandaran a cubrir el Rock Werchter de este año. Debí de hablar de expansión internacional en el mercado francófono (“La route du vinyle”) y de algunas ideas más sin pies ni cabeza. Y de pronto me vi el 30 de junio con un billete para el primer día del festival, con Pearl Jam como cabeza de cartel. Nada más y nada menos.
El Rock Werchter, que se celebra en unos prados cerca de la ciudad universitaria de Lovaina, es uno de los festivales de más solera de Bélgica, y probablemente de esta parte de Europa, con ya casi 50 ediciones en su haber. Y este año presentaba un line up potentísimo con Metallica y Red Hot Chili Peppers cerrando los otros días del festival. Mis ideas poco fundadas de La route du vinyle solo me dieron para un día. Pero con Pearl Jam era el mejor día.
El problema es que, tras una semana con una bola amarilla brillante en el cielo, desconocida por estos lares, el día de inicio del festival amaneció gris y lluvioso y con previsiones (a 100%) de tormenta. Los menos motivados empezaron a abandonar el barco y algunos conocidos que tenían que ir pusieron sus entradas en venta o directamente decidieron no acudir. ¡Bah!
Tras hablar con una veterana werchtera, VS, decidí pertrecharme comprando un poncho impermeable en una tienda de deportes de aventura (donde por cierto había un tipo pagando más de 100 euros por unas chanclas).
Equipado como para ir a una expedición al trópico o a la Ruta Quetzal indie me dirigí con VS hacia Lovaina a Rock Werchter. Aparcamos en mitad de un campo embarrado de donde salían, bajo la lluvia, muchos aventureros con mochilas, sacos, latas de cerveza Jupiler y rollos de papel WC para acampar.
- ¡Cinco párrafos y todavía nada de Pearl Jam!
- Ya va, ya va…
Entramos al recinto del festival, que está muy bien organizado, con cuatro escenarios y decenas de puestos para comer. Incluso regalaban tapones para los oídos para aquellos sensibles a los altos decibelios. Por cierto, estaba tomando antibióticos y por primera vez en un concierto la duda no era si ir a por otro litro de cerveza o un copazo, sino entre agua o agua con gas. Long live rock ‘n’ roll.
Pasamos un poco demasiado de largo por los conciertos de War on drugs y Kid Laroi, un Justin Bieber gritando Fuck, que parecía tener mucho éxito. En otro escenario tocaban White Reaper, que tenían buena pinta, pero estábamos ya ansiosos por escuchar a Eddie Vedder & friends.
Emociones a flor de piel
El principio del concierto fue sorprendente. Tras una pequeña intro de El bueno, el feo y el malo, Pearl Jam abrieron con una canción apropiada para el día que hacía, Rain, de los Beatles, que creí era de The Byrds (si se entera Vinylroute no me mandan más). También versionaron a los Ramones y a su mentor Neil Young, en el cierre, con Rockin’ in the Free World.
De inicio, Pearl Jam combinaron clásicos como Even flow o Why go, del Ten (1991) su mejor disco (¿verdad, J?), con canciones de su último álbum Gigaton de 2020 como Quick Escape o Dance of the Clairvoyants.
El escenario era bastante sobrio. Juegos de luces y poco más. Lo que importa es la música. Y en eso la banda de Seattle no defraudó. Eddie Vedder desprendiendo su carisma brutal, en plena forma y voz en su top. Mike McCready, con unos solos de guitarra impresionantes y gran protagonismo a lo largo del concierto. Y la sección rítmica, con el bajista Jeff Ament a la cabeza, bestial.
Una cosa, el público flamenco es de media más alto que el español. Si vais a Werchter aseguraos de buscar un buen sitio.
Luego siguieron con Nothingman del disco Vitalogy (1994). Y la mágica Given to fly. “A wave came crushing like a fist to the jaw”. Mi hermano y yo volando por campos amarillos. “Delivered him wings, Hey look at me now”. ¿Mi favorita?
Tampoco podía faltar la clásica Jeremy. Siguió Daughter en una versión que derivó en la pinkfloydiana Another brick in the wall, coreada por todo Werchter.
Eddie Vedder preguntó a lo largo del concierto si estábamos todos bien, invitándonos a hacer amigos y a cuidar de los demás a nuestro lado. Luego entendimos el porqué. Hacía 22 años día por día de la tragedia de Roskilde en donde murieron 9 personas y hubo decenas de heridos durante un concierto de Pearl Jam en Dinamarca. En un emotivo homenaje a las víctimas con The Long Road se apagaron las luces y Eddie pidió que ilumináramos el recinto con un mar de miles de lucecitas de nuestros móviles.
Todavía vivos
Para cerrar, la épica Porch. Fantástica. Eddie y Mike McCready dándolo todo en ese crescendo final. Si no la has escuchado hasta ahora, deja de leer esto y ponte Porch a tope. Son 3 minutos. “I know and I would not ever touch you, hold you, feel you in my arms ever again”.
Pero no podía terminar así. Faltaban algún himno inevitable. Y con los bises llegó la enorme Black, siempre del Ten (J, el mejor disco de lejos). Larga versión con un impresionante “doo doo doo” final a coro con todo el público. Se saltaron Yellow Ledbetter, que estaba en el setlist. Y luego, la apoteosis. Alive. 80.000 personas gritando como posesos a una sola voz que, a pesar de todo y de todos, estamos todavía vivos. No llueve y la noche en la campiña flamenca es serena. Y estamos con Eddie que nos cuida y nos da la mejor música del mundo. Gracias, Eddie. Gracias, Pearl Jam. Gracias Rock Werchter.
Y nos volvimos a casa pensando en la edición de 2023 y en acampar durante el festival si me lo permiten los jefazos (¿“La strada del vinile”? ¿“Die Vinylstrasse”?)
Muy buena crónica. Se nota que te gusta y lo disfrutas. Aunque truene…
Qué recuerdos. Veintipico años desde mi último concierto de Pearl Jam. Cayeron unos cuantos en aquella época. Ahora de repente quiero más.
Emocionado con esta crónica. Se ve que el que escribe sabe de música. Y la siente.