«El Corresponsal Indie»
El Niño Gusano – El Escarabajo más grande de Europa – 1998

GRUPO: El Niño Gusano
TÍTULO DEL ÁLBUM: El Escarabajo más grande de Europa
AÑO: 1998

Obra Magna

Ya he terminado la obra de las oficinas de VinylRoute. Llevo un día haciendo guardia para que nadie me pise el cemento mientras fragua, temía que o bien los gerifaltes, o bien el cortejo fúnebre de Isabel II pudieran venir sin avisar y estropearan el trabajo de toda una semana.

He cumplido el encargo añadiendo mejoras de mi cosecha. El diseño del arquitecto me parecía un poco soso, racionalismo nórdico pone en su web. Un pan sin sal le llamo yo.

Además de derribar los muros que me indicaron, he practicado unas aberturas en otros para colocar unas vidrieras. Como estoy muy a tope con la economía circular, el cambio climático, Greta Thunberg y Ecovidrio, he roto unos vasos de Nocilla, he puesto a mis críos a colorearlos y con una pistola de silicona hemos unido los pedacitos. Ahora se pueden contemplar tres obras que nada tienen que envidiar a las vidrieras de la catedral de León.

En la primera aparece Yoko Ono provocando la ruptura de los Beatles. Se ve a los cuatro componentes, en un cruce parecido al de Shibuya en Tokio, tomando cada uno una dirección distinta, mientras Yoko mira fuerte, sobre todo a Paul McCartney. Mi hija ha pegado unas tiras de papel celofán rojo a los ojitos de Yoko y cuando se abre la puerta se crea corriente, el papel se mueve y parece que Yoko lanza rayitos a Paul.

La segunda está en la medianera con el vecino, ahora necesitamos de su colaboración encendiendo las luces en su casa para crear el efecto buscado. Colaboración que no prestó cuando empecé a horadar el muro que divide su propiedad de la de VinylRoute. Siempre ha habido amargados que no aprecian el arte en su justa medida. En esta vidriera se ve a Pete Townsend de The Who estampando su guitarra contra el suelo y cuando el vecino enciende la luz, parece que la batería de Keith Moon explota.

Por último, la tercera vidriera es un poco más abstracta, mis hijos la han llamado “El alma de los gerifaltes”, y, como solamente nos quedaba pintura negra, son trozos de vaso pintados de ese color y pegados sin más. Mi idea es que esta vidriera negra sustituya al telón, también negro, utilizado en las entrevistas.

A las tres vidrieras he añadido una reja de estilo toledano que he puesto en la puerta de entrada. Siguiendo con el rollo eco, he utilizado las latas de cerveza bebidas por los gerifaltes en las entrevistas. Un par de toneladas de aluminio, convenientemente fundidas que he moldeado para dar un aire señorial a la entrada. Las rejas tienen como motivo principal el logo de VinylRoute y en la parte superior están coronadas por la efigie de los corresponsales, como físicamente no conozco a todos y para no hacer distingos, decidí usar mi cuerpo como modelo de corresponsal masculino y mi cuerpo con peluca y pechos postizos como modelo de corresponsal femenino. Debo admitir que de esto último es de lo que quizás esté menos orgulloso. Ha quedado una imagen demasiado sensual y rotunda.

En resumen, una obra magna. Rara pero magna.

Ahora enlazo con el disco del que voy a hablar en la crónica de hoy, el que para mí es el mejor disco de la carrera de un grupo inclasificable, brillante, poéticamente surrealista; El Niño Gusano.

El Niño Gusano fue un grupo zaragozano fundado en 1993 por, el inigualable y muy echado de menos, Sergio Algora, Sergio Vinadé, Mario Quesada y Andrés Perruca, a ellos se unió posteriormente Paco Lahiguera. Lo que hacía El Niño Gusano era pop poco convencional acompañado por letras terriblemente poéticas, que sugieren imágenes a veces desconcertantes, a veces simpáticas, siempre sorprendentes.

Su tercer LP, “El Escarabajo más grande de Europa” es su disco más brillante con preciosas obras de orfebrería de música y palabras como “Ángel guardia”, “Mira el péndulo”, “Duerme”, “Ahora Feliz, Feliz”, “El Jefe de las Tortugas”, “Lourdes” o “El fabricante de Alas de Mariposa”.

El máximo responsable de estas maravillas no fue otro que Sergio Algora, líder de El Niño Gusano y colíder junto a Francisco Nixon de La Costa Brava, otra de esas raras joyas de la música en español, que, si no conocéis, debéis descubrir. Sergio falleció en 2008 y su muerte nos privó de otro buen puñado de poemas surrealistas en forma de canciones. Os recomiendo que oigáis el homenaje que le dedicó Francisco Nixon en su tema “Normandía y Algora”.