«El Corresponsal Espectador Anónimo»
The Alarm – Declaration – 1980

GRUPO: The Alarm
TÍTULO DEL ÁLBUM:  Declaration
AÑO: 1980

CADA ACORDE ES EL ÚLTIMO

El “año Orwell”, en lo que a edición de discos en España se refiere, fue una auténtica locura. Más por la calidad que por la cantidad. Recuerdo con especial cariño esa época en la que comenzaba mi andadura universitaria; no conseguía ahorrar lo suficiente para comprarme todos los discos que hubiera querido. Por suerte, el intercambio entre los amiguetes era práctica común, lo que propiciaba que el negocio de las cassettes “vírgenes” marchara viento en popa…

Por si fuera poco, el Rockola, que por entonces aún daba sus últimos coletazos, o la extinta sala Morasol, tenían una programación frenética, por lo que había que exprimir hasta la última peseta para dar abasto a mis inquietudes musicales.

Teniendo en cuenta que ese año salieron a la luz discos alucinantes, tanto a nivel internacional como nacional (Madonna-Like A Virgin-, Springsteen-Born In The USA-, U2-The Unforgettable Fire-, The Smiths-debut-, Lloyd Cole & The Commotions-Rattlesnakes-…y por si fuera poco: Radio Futura-La Ley Del Mar/La Ley Del Desierto-, Golpes Bajos-A Santa Compaña-, Alaska y Dinarama-Deseo Carnal-, Nacha Pop -mini lp Una Décima De Segundo-…) sumados a la hemorragia discográfica que supuso también el año 1983, todavía me sorprendo de que estos galeses se colaran directamente en el podio de mi ranking personal. Pero así fue; me metía en vena este disco constantemente, embaucado por la urgencia que desprenden sus temas, y los arreglos épicos que adornan “Marching On”, ”Sixty Eight Guns”, “Blaze Of Glory” y demás cañonazos. Para ser un álbum de debut no se puede pedir más. Lo cierto es que sus siguientes trabajos me pasaron un tanto desapercibidos, hasta que hace unos años me hice con el típico recopilatorio, y volví a sentir otra vez esa sensación de excitación guerrera, gracias a la grandilocuencia de las guitarras y la voz de Mike Peters semi desgarrada, como si cada estrofa fuera su último aliento, y cada riff el clímax de la banda sonora de una epopeya británica.

Desafortunadamente, no conseguí verlos en directo en esa época. Me consta que Peters sigue publicando temas con la vitola de The Alarm (este mismo año, sin ir más lejos), por lo que no pierdo la esperanza de que quizá en algún momento vuelva a pasarse por aquí, y podamos comprobar si aún mantiene el rescoldo de esa “furia” rockera galesa.

P.D.

Cualquier tiempo pasado no fue mejor necesariamente, pero igualar la cosecha de bandas -especialmente británicas- de esos años no ha sido ni será tarea fácil.