«Capitán Haddock»
Kula Shaker – K – 1996
GRUPO: Kula Shaker
TÍTULO DEL ÁLBUM: K
AÑO: 1996
DISEÑO DE LA PORTADA: Dave Gibbons
En 1961 se estrenó el clásico film de Disney Tú a Boston y yo a California (The parent trap en su título original). Si, esa peli de esas gemelas cargantes que hacen de todo para arrejuntar a su padre y su madre, la bella irlandesa Mauren O’Hara. ¿Qué tiene que ver eso con el disco de hoy? Pues que las gemelas, o una de ellas, bueno, en realidad solo era una actriz, Hayley Mills, es la madre del creador y alma mater de Kula Shaker, Crispian (vaya nombrecito) Mills.
Tras una adolescencia dividida entre la lectura del Mahabhárata y el You Really Got Me de The Kinks, Crispian debió de aprovechar su cuna privilegiada para dedicarse a viajar por la India y bañarse de espiritualidad oriental, tanto que adoptó un nombre hindú, Krishna Kantha Das. El tipo llegó a declarar: “Se puede cantar sobre cosas como sexo prematuro adolescente o puedes cantar sobre la verdad universal eterna”. De estos lodos, y con estas pretensiones, nace Kula Shaker.
El álbum de debut de la banda, K (1996), es un auténtico bombazo. Vende discos como churros llegando a número uno en las listas de Inglaterra. La fórmula es básicamente la mezcla entre el rock clásico y la psicodelia sesentera aderezada con cúrcuma, comino, cardamomo indio y olor a incienso. Además, Crispian y compañía adoptan una imagen todo sonrisas y buen rollito, alejada del divismo de sus coetáneos Oasis por ejemplo.
El actual primer ministro británico, Rishi Sunak, es de origen indio y el alcalde de Londres de origen pakistaní. Y sin embargo, hace algunos años la crítica musical fue menos benevolente que el gran público en aceptar el mestizaje del rock de las islas con el misticismo oriental que abanderaban los Kula Shaker.
La portada del disco incluye a varios personajes históricos con nombres que empiezan con K como John F. Kennedy, Martin Luther King o Karl Marx. Podéis entreteneros a ver si conocéis a alguna K más aquí arriba.
El álbum se abre con la potente Hey Dude (¿un guiño a los Beatles en el título?), canción que deja el listón muy alto con una base rítmica poderosa, profusión de riffs y abuso del wah-wah en un canto de pura euforia juvenil.
La canción más reconocible del álbum es Govinda, cantada enteramente en sánscrito. Choca ver los bellos dibujos que son la letra mientras la pones en esa famosa plataforma musical. Tattva es todo un temazo, probablemente el nirvana del disco. Se abre con un mantra hindú y va subiendo en potencia y en resabios psicodélicos suavizados por un interludio casi recién salido de Strawberry fields.
Into the Deep es como volver a los sesenta. Reúne todos los buenos elementos del puro pop clásico, presentado con una letra introspectiva de búsqueda interior desde lo profundo, “el sueño largamente olvidado” y pidiendo volar y sentir el amor esta noche.
Con un inicio que firmaría Hendrix, otro tema a destacar es Grateful When You’re Dead/Jerry Was There, que es un pequeño homenaje al líder de Grateful Dead, Jerry García, de origen gallego por cierto. El homenaje encierra, faltaría más, los largos devaneos psicodélicos que se pueden esperar de tales compañías.
El disco también tiene un toque más brit-pop con la bella balada Start All Over y toda la fuerza de 303, canción dedicada a una carretera.
Vuelto a escuchar con atención tras algunos años, estas líneas hacen poca justicia a un discazo buenísimo y super interesante con mil matices a descubrir en cada escucha. Todo a pesar lo que dijera cierta crítica. ¿Acaso tienen mejor gusto que Vinylroute? J
Recuerdo haber alquilado este CD en una tienda estilo video-club donde alquilaban discos advirtiendo que eran para uso personal y no deberían grabarse. Confieso que les desobedecí. Parece increíble ahora, pero era así antes de que Internet y el streaming cambiara para siempre todo aquello. Pero esa ya es otra historia y no la de la verdad universal eterna kulashakeriana.